El paseo que aquí os proponemos recorre una buena parte del PR NA 170, Vuelta a Val de Ollo. Sin embargo, el objetivo principal del mismo es visitar los restos del antiguo Castillo de Garaño, sobre una peña, a unos 600 m de altitud y situado entre las localidades de Egillor y Saldise (Valle de Ollo), a unos 15 km de Pamplona. Desde su punto más alto se aprecia con nitidez la fortaleza de Orarregi, en el monte Gaztelu, y el castillo de Aixita en la peña de las dos Hermanas. También el de Sardea en la peña Ezquidi. Todos forman un pequeño sistema defensivo que protegía los pasos de Larraun y Oskia.
El recorrido parte de la localidad de Egillor y en apenas media hora alcanzaremos los restos del Castillo. Posteriormente nos conduce a Saldise para, una vez atravesado el rio Udarbe por un puente medieval, subir a Ilzarbe. Continúa hasta las orillas del rio Larraún y por su orilla derecha se dirige hacia Beasoáin, y desde ahí por carretera, al punto de salida.
La mayor parte del recorrido transcurre por pistas y senderos entre bosques de robles que en algunos puntos se mezclan con pinos y encinas. Apenas un par de tramos de carretera con muy poco tráfico. Recorre además dos bonitos tramos por las orillas de los ríos Udarbe y Arakil.
El Castillo de Garaño
Se considera que esta fortaleza es de las más antiguas de la Comarca de Pamplona y una de las más antiguas del Reino de Navarra. Entre sus ruinas se encontraron monedas del siglo XI. Se relata con detalle su conquista en la Guerra de Navarra en 1276, en el famoso poema de Guihem de Anelier.
En el siglo XI se documenta la proliferación de iglesias, monasterios y poblados junto al Castillo, lo que hace pensar en la importancia que tuvo este lugar durante las primeras épocas del Reino de Pamplona. Se trataba de una zona muy poblada por su cercanía a Pamplona y probablemente por la seguridad que ofrecía la propia capital y la presencia del castillo.
También debió servir de residencia para notables hombres del rey e incluso, para Lancelot de Navarra, hijo bastardo de Carlos III de Navarra, cuando tenía un año de edad.
En el año 2010 comenzaron las excavaciones arqueológicas por parte del Ayuntamiento y vecinos/as del valle, con el apoyo técnico de un equipo de arqueólogos. Tras limpiar la vegetación que lo cubría empezaron a aparecer sus restos: una torre del homenaje de planta circular, un recinto que lo envuelve, también circular y un segundo cerco externo. Entre otras dependencias el castillo contaba con una gran casa para los guardas, bodega junto a él, capilla, cocina, palacio y tres torres en su muro exterior. El torreón principal es de planta circular, de base troncocónica, y debía contar con un andamio externo, garitas y varias plantas. El aljibe estaba situado mirando al Sur y, en estos momentos, está siendo excavado.
Los trabajos arqueológicos han descubierto indicios de que pudo ser la mítica fortaleza llamada por los musulmanes Sajrat Qais, atacada por Abd al Rahman III en el año 924.
En 1512 fue tomado por las tropas castellanas en su avance hacia Pamplona. A pesar de que fue recuperado, en 1521 se perdió definitivamente y fue de las primeras fortalezas que mandó derruir el Duque de Alba.