Aranarache. En la parte alta del pueblo cogemos el Camino del Puerto Viejo en suave pero continuo ascenso y rodeados de robles y quejidos. A los pocos metros atravesaremos un portillo metálico en el que se nos advierte de la prohibición del paso de vehículos y también de la escalada en las peñas, entre febrero y septiembre, para preservar la nidificación de especies catalogadas.

Tomamos la senda a la izquierda, el Camino de San Lorenzo, indicada por un cartel de “Sendero Aranarache / Aranaratxe ibilbidea”, también en continuo y suave ascenso. Apenas 200 metros mas adelante y tras atravesar otro portillo seguiremos a mano derecha la indicación hacia la ermita de San Lorenzo. Conforme vamos ascendiendo, los robles y quejigos van dejando paso a las hayas.

Ermita de San Lorenzo (data del siglo XVI), ya en el borde de la Sierra y punto mas alto del recorrido. Bonito paraje con buenas vistas al Valle y con una zona de recreo. También podremos observar la piedra tallada con una “L” y un árbol, que nos indica que entramos en el Monte de las Limitaciones.
Desde este punto, en dirección norte, seguiremos una pista con buen firme y suave trazado, que por el paraje de Akuandi y su conocida cueva, y después por Burgalbago nos llevará hacia el raso de Artziarri, donde tomaremos el Camino de la Brecha de Ramiro.

Raso de Artziarri. Llegados a este punto veremos a mano derecha un cartel indicativo que nos informa de la proximidad del Haya de la Limitaciones (Monumento Natural 33) a la que no debemos de dejar acercarnos para completar de cerca sus dimensiones.
Volviendo de nuevo a la pista que traíamos y viendo al fondo, a unos 200 m., la pista asfaltada de Las Suertes (También llamada carretera de las Limitaciones que une Urbasa y Opakua), giraremos a la izquierda para tomar la Brecha de Ramiro, una pista bien consolidada con firme de piedra y hierba, por la que podremos disfrutar de otras impresionantes hayas, que cohabitan básicamente con enebros, helechos y espinos albar.

Dejamos esta pista para tomar una senda menos marcada y enseguida nos podremos desviar a la derecha hasta la boca de la cueva de Los Cristinos. (Para su visita se recomienda llevar el debido equipamiento y contar con la ayuda de un experto en espeleología).Volviendo al camino, y siguiendo en dirección sur atravesaremos la zona de las parcelas de Ustalaza hasta llegar al Bosque encantado de Artea.

El Bosque encantado de Artea. Se trata de un auténtico laberinto de rocas cubiertas de musgo, helechos, suelo de hojas y hayas que surgen de todos los lados, lo que da al lugar un aspecto totalmente mágico e incluso fantasmagórico, para disfrute de niños, mayores y sobretodo para los amantes de la fotografía. Tras un paseo por dicho bosque tomaremos una pista ancha, en dirección sur, que enseguida nos acerca a la ermita de San Benito.

Ermita de San Benito (Larraona), construcción de piedra de sillería, con cubierta de cuatro vertientes. Sobre el tejado se alza una espadaña con una cruz. De este punto iniciamos un descenso pronunciado a Larraona por una pista de cemento de algo mas de 1 km.

Larraona. Al llegar a la carretera encontraremos la Ermita de Nuestra Señora de la Blanca (construida en 1782), el Ayuntamiento y el lavadero. En la parte sur del pueblo tenemos la Iglesia de San Cristobal con diversas estelas funerarias en su exterior. En su origen fue una edificación románica de la que en la actualidad no queda mas que algún resto en columnas y muros, y, una portada al sur oculta por un pórtico que se construyó con el nuevo edificio en el siglo XVI. Destacan varias casas blasonadas del siglo XVI, en cuyas fachadas pueden verse las armas de los Ochoa de Baquedano, de los Larramendi, de los Albizu, de los Pérez de Eulate, de los Urra y otros.

Inicio del Sendero Local 282 (Larraona/Aranarache/Eulate). Volviendo a la carretera de Améscoa Alta (NA 7130) a la altura del lavadero y tras recorrer un centenar de metros giraremos a la izquierda y por una pequeña calle llegaremos al comienzo del citado sendero donde encontraremos el correspondiente cartel explicativo.
Este Sendero Local trazado a lo largo de 2,5 km, discurre por la falda sur de la Sierra, con zonas de pastizales y robledales, salpicados de arces y serbales y desde las zonas abiertas se puede disfrutar de las vistas del valle. Podremos observar también muchas rocas de grandes dimensiones, desprendidas del borde de la sierra, en muchos casos cubiertas de vegetación y que se utilizan actualmente como lugares de práctica de escalada.

El sendero nos lleva a la parte norte de Aranarache, pasando junto al lavadero y la Iglesia de la Asunción (data de época medieval y en el siglo XVII se le añadió una nave). En la localidad podemos ver también el Palacio de los Albizu y otros enormes caserones blasonados del siglo XVI, así como la ermita de San Miguel.