Este tranquilo paseo une las localidades de
Uitzi y
Gorriti a través del viejo y tradicional camino por el que transitaban los del lugar antes de existir la carretera.
Después propone un regreso algo más montañero, pero sin mayores dificultades, visitando una pequeña cota (Akordategaina), situada un poco más al sur del camino y volviendo al mismo enseguida. De esta forma la excursión resulta incluso más amena.
El punto de divergencia de ambas variantes es el dolmen que podemos visitar a orillas de la senda. Está enterrado bajo el prado, pero es perfectamente identificable.
El espléndido paisaje que nos acompaña, mezcla de bosquetes de
hayas y
robles, prados alambrados y, de vez en cuando, el escenario de las rocosas laderas de las Malloas, satisface gratamente al paseante.