En su tercera etapa, la Cañada Real de «Las Provincias» o de «Los Toros», transita por los valles de Imotz, Basaburua y
Larraun. El clima es más húmedo y los bosques y praderíos dominan el paisaje, conformando un itinerario hermoso y plácido.
No hay desniveles apreciables. Los caminos se enlazan unos con otros por los lugares más transitables. En algún punto están algo abandonados y la vegetación amenaza con invadirlos, pero en general son zonas muy cuidadas. Incluso algunos tramos de carretera por los que nos vemos obligados a pasar son de tan escaso tráfico que tendremos suerte si nos cruzamos con algún vehículo.
El
robledal mixto, algunas manchas de
pinar y la cercanía de los
hayedos en las laderas orientadas al norte conforman el bosque atlántico que viste el paisaje.
Queda por último un comentario para las soberbias muestras de arquitectura rural que vamos a encontrar al atravesar el casco urbano de estas pequeñas poblaciones de la zona. Los edificios son los mejores exponentes de la historia de estas poblaciones en las que la casa es el centro de la vida y de la herencia familiar, y describen mejor que muchas otras cosas el modo de ser vasco.
Me siento obligado a mencionar y agradecer a Txema Iriarte y Mariam Irigaray su grata compañía y la colaboración prestada en la elaboración de la ruta.