Dejaremos el vehículo en la plaza, junto a la Iglesia. Salimos del pueblo por la carretera por la que hemos llegado.

"Tras andar unos cientos de metros desde el pueblo, la carretera da una curva a la derecha. Aquí la abandonamos por la pista que, a la izquierda, se dirige al cementerio.
Frente a nosotros, el Sarbil en su versión más inédita. Acostumbrados a los acantilados de la vertiente sur o su vista un tanto pelada desde Pamplona, nos sorprende esta ladera boscosa que alfombra el monte."

"Enseguida cogemos la pista de la derecha, que, en pocos metros, nos lleva hasta el cementerio."

Llegamos al cementerio. Desde aquí ahí una bonita vista del pueblo. Empezamos la ascensión a la cara oeste del Sarbil por la cómoda pista.

Encontramos un bello roble junto al camino. Buscaros algún compañero si quereis abarcar su grueso tronco. Si todavia hubiera druidas celtas por estos lares seguro que alguno de ellos lo tendría por su árbol sagrado.

Como compañera del gran roble encontramos aquí un gran haya a la izquierda de la pista. Tampoco podrás tu solo abarcar su tronco. Roble y haya parecen los guardianes del camino y en su porte y grandeza nos hablan de la belleza de estos lares y de la necesidad de ser cuidadosos en nuestra visita.

"Dejamos una pista que sale a la derecha. Siempre debemos continuar por la pista principal."

Nueva bifurcación. Se sigue por la pista principal, a la derecha. En el recorrido acompañan más robles y hayas.

Salimos del bosque a un claro. La pista lleva hasta un vallado con un cartel que nos indica que está prohibido el paso al haber ganado muy peligroso. Quizás los próximos sanfermines corramos con ganado bravo del Sarbil o quizás aquí se crian ovejas mutantes. En fin, no hay que preocuparse ya que sólo hay que seguir la pista que va junto al vallado, dejándolo a la izquierda, sin adentrarnos en el "peligroso territorio". Desde el claro ya tenemos las primeras buenas panorámicas. Saioa, Adi, Ortzanzurieta y el Ori en dias buenos. Esta excelente vista es solo un aperitivo de lo que nos deparará la cumbre.

Siguiendo la pista volvemos a internarnos en el bosque continuando la ascensión.
Según ganamos altura hay menos robles y más hayas, bojes, avellanos y espinos alvares.

"Este es un punto muy importante para no perderse. De la pista, a la izquierda sale un camino ascendente no muy visible en su comienzo pero señalado con las señales rojas y blancas de sendero de gran recorrido. Hay que ir atentos para no continuar por la pista que hemos venido subiendo y que sigue recta. Para ayudarnos hay unos montones de piedra que señalan el inicio del desvío."

Se pasa una alambrada abierta y continuamos por el camino.

Bello y umbroso rincón con las últimas hayas del camino. A partir de aquí el predominan los bojes. Pasaremos por un pasillo formado por estos árboles.

"Salimos del pasillo de bojes y ya casi "olemos" la cumbre. Ya en zona cumbrera el camino tomará rumbo sur con buenas vistas sobre un gran raso herboso a nuestra izquierda, por debajo nuestro. El bosque nos ha dejado como quien quita una venda de los ojos para dejar ver la sorpresa de horizontes que se divisa desde aquí arriba.
La vegetación es escasa en la zona cumbrera, sólo algún que otro boj amigo del viento separado del bosque donde habitan sus compañeros."

Alto de Sarbil. Parece mentira que 1.100 metros de altura den para tanto. Si teneis suerte y hace buen dia prepararos para una vista impresionante. Empiezo y que no me falte el aliento: Moncayo, alto Pirineo Navarro (Ori, Anie, Mesa de los tres reyes, etc), Ortzanzurieta, Adi, Saioa, la cuenca de Pamplona, Peña Izaga, Higa de Monreal, Sierra del Perdón, San Donato, Montejurra, pantano de Alloz, sierra de Codés, etc.
Además del vértice geodésico tenemos una ermita - refugio en la cumbre, con chimenea, por si alguien se enamora tanto del sitio que quiera ver amanecer sobre Navarra desde este increible mirador.