La variante oriental de esta etapa no visita ningún núcleo habitado entre Berroeta y Lantz.

Se une a la occidental en la parte superior de Belate.

Partimos del mismo lugar, la plaza de Berroeta. Mirando hacia la casa nº 6 (al sur de la plaza), la variante occidental se va por la derecha. La oriental toma por la calle de la izquierda.

En pocos metros giramos a la izquierda, y tras un corto callejón, a la derecha, para salir del pueblo por una pista que avanza en dirección sur, entre tapias de separación de prados.

Primera bifurcación.

A la derecha se va el camino hacia una nave muy cercana. Seguimos por el de la izquierda, con el suelo más herboso.

Ascendemos.

Dos minutos después otro cruce. A la derecha, y enseguida a la izquierda (nos orienta una marca de un pequeño recorrido en color amarillo y blanco), dejando el camino de suelo cubierto por trozos de tejas a la derecha.

Pocos metros después, junto a unas «jaulas» o contenedores de leña, tomamos a la izquierda y pasamos enseguida sobre un paso canadiense entre dos pilones, en uno de los cuales está pintada la flecha amarilla.

Sesenta metros más adelante, junto a Antxoneko borda, que está pegada a la izquierda del camino, hay una bifurcación importante. Aquí hemos de separarnos del pequeño recorrido. Éste se va a la izquierda (incluso en esa dirección hay una baliza con datos del mismo), por el paraje de Buztintzulo, y nosotros hemos de irnos a la derecha. Como referencia del cruce tenemos también una pequeña aska justo en la bifurcación.

La flecha amarilla (junto al aska) puede quedar oculta por la vegetación, por lo que no aseguramos que se vea con facilidad.

Enseguida dejamos a la izquierda una puerta metálica que desechamos. Seguimos el camino por la derecha en descenso.

Éste dura no más de 100 metros. Después vuelve a ascender. Al otro lado del valle vemos claramente las canteras sobre Almandoz.

Vamos a media ladera, dejando debajo caseríos y bordas como la de Aintziñeneko borda. En el bosque abundan los castaños. También aparecen los fresnos junto a las construcciones.

Cruzamos una regata y cambiamos de dirección, pero seguimos a media ladera.

Tres minutos después, en la zona de Arla, pasamos junto a una hermosa fuente, con su recipiente de hormigón y con su vaso de cristal para tomar agua con comodidad.

El camino continúa más o menos llano por terreno boscoso y agradable.

Cruce.

Tomamos a la derecha en descenso. Atención a este punto, pues parece en principio más lógico seguir de frente.

Cuatro minutos después pasamos junto a Arotzeneko Borda. Están restaurando el edificio. Una larga tapia con alambrada sobre la misma separa el camino del lugar.

Después vemos, muy abajo, el vial de la carretera general sobre la regata Marín.

Cruce junto a una borda.

En la esquina de la misma está pintada la flecha amarilla que nos indica claramente la opción de la derecha, que pasa junto a la pared.

Tras superar la edificación puede haber un momento de indecisión. El camino se convierte en senda que puede quedar ligeramente oculta por los helechos. Giramos casi 90º y cruzando un pequeño arroyo seguimos las señales. Enseguida acaba la senda en otro camino amplio y claro que tomamos a la derecha.

Éste inicia suave descenso, con helechos a la izquierda y abundancia de castaños debajo.

Cruce.

Por la izquierda, en ascenso. Algún manantial tiende a encharcar el suelo, algo pedregoso.

Abundan las ollagas entre los helechos, que van apoderándose del paisaje a costa del arbolado.

De vez en cuando hay pequeños tramos de ascenso, pero la tendencia es a descender poco a poco.

Cinco minutos después otra borda queda bajo el sendero. A continuación entramos en una zona rocosa donde la senda comienza a descender claramente trazando zig-zags. Se encaja entre rocas y comenzamos a oir el agua en la regata.

Cruzamos junto a una regata que tiene una cascada a nuestra izquierda.

Bifurcación de sendas. Por la derecha, hacia abajo. Aunque resulta más evidente la de la izquierda (incluso la vegetación puede ocultar parcialmente el desvío), hay que olvidarla. Nuestro objetivo es cruzar la regata Marín, y hemos de seguir hacia abajo.

Puente sobre la regata Marín.

Está en una zona de bosque cerrado, muy hermosa. Hay al otro lado un árbol caído sobre el camino.

En cuanto cruzamos el cauce se inicia un fuerte ascenso por senda.

Durante cuatro minutos la pendiente es fuerte, hasta llegar a una pista herbosa.

¡Ojo!

La tomamos en ligero descenso a la izquierda. Nos sirve de referencia la existencia de un registro de agua, con una flecha amarilla semiborrada.

A escasos metros traza una fuerte curva a la derecha, asciende durante unos metros y después sigue en llano.

Tras un largo recorrido, casi siempre en ascenso, entramos en una zona con robles americanos. El suelo del camino se vuelve completamente herboso.

Un ramal sale a la derecha pero lo ignoramos.

Enseguida fuerte subida.

Entroncamos con una pista en plena curva. En pocos metros esta pista se une a otra.

Al llegar a esta segunda, tomamos a la derecha. Ascenso.

Ahora el camino asciende por hayedo de suelos limpios. Más abajo, en la ladera, quedan los helechales.

Ocho minutos después fuerte curva con cambio de dirección. Seguimos ascendiendo. Pronto encontramos un haya de considerables dimensiones que ha caído sobre el camino con su base podrida.

Giro de 180º. Seguimos subiendo.

Salimos a terreno abierto.

Grandes extensiones de helechal bajo laderas cubiertas por hayedo.

Nos acercamos a Marixeneko borda, rodeada de alambrada. Seguimos en principio el camino principal, junto a los postes, olvidando otras marcas de caminos.

Encontramos pista y la tomamos a la derecha, al frente.

Cinco minutos después encontramos otra pista que se nos une por la izquierda. Seguimos de frente, como indica una gran señal amarilla en un tronco. Ligero descenso para luego ascender algo.

Amplio collado de Barazelai. Estamos a caballo entre la regata Marín y la que alberga la carretera del puerto.

El paisaje se amplía repentinamente. Nuestro camino traza una amplia curva, girando 180º, y sigue en ascenso. Hay muchos troncos cortados.

En una zona abierta y despejada, la pista principal se lanza cuesta abajo, hacia la vieja carretera N-121A. Aprovechando un ramal que sale en ascenso nos salimos por la izquierda. Es un camino menos importante que sale de la principal trazando una amplia curva (ver foto), y ascendiendo entre dos masas de helechal.

Entramos pronto entre hayas.

Pronto salimos más arriba a terreno despejado y caminamos entre dos alambradas.

Tres minutos después alcanzamos el punto más alto (857 m) y descendemos ligeramente.

Llegamos de nuevo al linde de un hayedo.

Dando la espalda en el raso a una empalizada de maderas junto a la alambrada, el camino gira 90º a la derecha y desciende por senda entre los árboles.

A media altura, sin apenas descender, nos vamos introduciendo en el bosque.

Pronto salimos a otro raso entre helechos y brezos.

2:39 - Nos metemos de nuevo entre hayas. La senda se hace algo más amplia.

Tomamos contacto con otro camino que baja de la izquierda.

Lo seguimos en descenso, bordeando las cercanías de la cota de Larrondo.

Llegamos al punto de unión con la variante occidental.

Por la derecha, más bajo que nuestro camino, llega procedente de la venta de San Blas, circulando por el «camino viejo» de Belate.

A partir de este punto, cabecera de la regata Oltxoko, las dos variantes siguen en un único itinerario hasta Lantz.

Para examinar los detalles debes enlazar con la ruta citada en el tramo citado como 1:56 horas (6,49 km) y seguir la descripción.

Esta variante es dos kilómetros más larga, pero para muchos senderistas puede resultar más interesante, por lo solitario de sus parajes y la agreste belleza de sus paisajes.