Esta sencilla excursión une las localidades de
Inbuluzketa y
Leranotz por viejos caminos. Después rodea la parte más baja de las estribaciones de
Baratxueta y
Oiarzabal para ascender, cercanos a la muga con
Etsain, hasta la ermita de San Salvador.
Rincones tan tranquilos son raramente visitados por los habitantes de la ciudad y resultan sorprendentes a tan escasos kilómetros del tráfago diario.
Un paisaje amable y suave que permite disfrutar del paseo y del reencuentro con la naturaleza.
Si vamos con niños podemos optar, incluso, por olvidar el desvío hacia Leranotz y realizar únicamente el tramo circular, lo que restaría 3,65 km al recorrido completo, dejándolo en menos de 5 km.
La única pega: hay dos o tres puntos donde la cercanía de cursos de agua o manantiales genera la presencia de barro o encharcamientos en épocas húmedas.