Frontón cubierto de Burguete.
En la parte de atrás hay una zona amplia de aparcamiento, frente al rebote exterior. Más allá se extiende una ondulada sucesión de prados y bosques que enlazan con las alturas de Aria y Garralda (valle de Aezkoa).
Nos vamos hacia el centro del pueblo por la calle Zubiarte que pasa entre el frontón a un lado y la escuela y el ayuntamiento al otro.
Justo enfrente sigue la misma calle después de cruzar la carretera general, tuerce a la derecha frente a un supermercado y desciende hacia el río, ya en forma de carretil.

Puente sobre el río Xuringoa. Antes de cruzarlo dejamos un panel informativo a la derecha.
Hacia el norte se recorta la silueta arbolada del monte Girizu.
El carretil sigue en dirección oeste, ancho.

Pasamos sobre un paso canadiense y llegamos a una bifurcación.
Hemos de tomar el carretil de la derecha en dirección norte (en la dirección del SL-NA 46 y de la GR-11, con la que coincidimos en la primera parte del recorrido). Iremos siguiendo siempre las marcas rojas y blancas del Gran Recorrido.
Tres minutos después el SL-NA 46 se va por la izquierda mientras nosotros seguimos de frente. A la derecha circula el río.
Poco después otro camino también se va a la izquierda y tampoco lo tenemos en cuenta.
Cerca vemos cómo nuestro carretil vadea el cauce con escasa altura del agua. Pero no necesitamos mojarnos. Basta con seguir unos metros por la hierba por este lado para superarlo por...

Puente peatonal de madera que pasa por encima del cauce del Xuringoa y retoma el carretil.
A la izquierda queda un dique que se utiliza para establecer una piscina fluvial en verano.
Seguimos por el carretil hacia el norte. Vamos entre alambradas y prados. Numerosos matorrales de pacharán, espino blanco, moras, rosales silvestres. Comienzan a aparecer hayas en grupo a la izquierda.
En dirección nordeste vemos los tejados de la Colegiata de Roncesvalles asomar por encima del arbolado.

El asfalto finaliza justo en la puerta de hierro que da paso a la pista del barranco de Xuringoa. Aquí mismo nos internaremos también entre el arbolado.
Es posible pasar por escalerilla, por la puerta o por un estrecho en la parte derecha. Conviene dejarla cerrada para evitar que se escape el ganado.
A partir de aquí el piso de la pista es de tierra. Entre el arbolado destaca el gran porte de los acebos, que compiten con las hayas. Hay también algún espino blanco.
Las tres especies crean un tupido bosque a ambos lados. Oímos el agua fluir a la izquierda.
A 100 metros aparecen los primeros abetos rojos. Un camino desciende por la izquierda hacia el río. Seguimos por el principal.

Langa en la alambrada de la derecha.
Frente a ella, en el borde de la pista, tenemos un cartel (el de la imagen) de acotado de hongos y setas en tres idiomas.
El portillo de la alambrada tiene a su izquierda un paso en V que permite cruzarla (por un espacio estrecho tipo burladero) sin necesidad de abrir la langa.
Tras atravesarla (abandonando la pista) seguimos por senda estrecha y herbosa que toma dirección norte. Está muy limpia y comienza a ascender con suavidad en medio de una plantación de abetos rojos.

Por un recorrido muy hermoso circulamos en dirección a la ladera cercana de Girizu. Estamos en el viejo camino Arrosario Bidea que marcha hacia Roncesvalles. La ascensión entre helechos, algunas argomas y la sombra de los abetos resulta muy relajante.

La senda desemboca en una curva de un camino más ancho (Baztan Bidea).
Por la derecha del mismo seguimos en suave ascenso (a veces con tramos llanos). Los abetos se entremezclan con las hayas. A la izquierda llevamos las laderas arboladas de Girizu.
Vamos orientándonos hacia el nordeste.

Alcanzamos una zona de castaños y nos acercamos a una puerta de hierro. A la derecha, debajo, quedan una borda (Berroko borda) con tejado a cuatro aguas y una nave donde se produce (y es posible comprar) queso de oveja.
Tras la puerta seguimos la pista cementada hacia la izquierda.
La pista va girando en pocos metros hacia la cercana carretera a la entrada de Roncesvalles.

La pista desemboca en una curva de la carretera general, a la salida de Roncesvalles hacia el puerto de Ibañeta. Por la derecha, en pocos metros, descendemos para llegar frente a la Colegiata y la basílica de Roncesvalles.
Estamos frente a uno de los lugares más conocidos históricamente en Europa.
El monumento a la batalla que se erigió en el milenario de la misma está situado también en los jardines. Podemos visitar si lo deseamos todo el conjunto, que incluye el claustro, la capilla donde está enterrado el rey Sancho el Fuerte, el Museo...

Dando la espalda a los edificios principales, giramos al sur y vamos dejando a la izquierda la ermita de Santiago, el Silo de Carlomagno y llegamos a la Posada, último edificio de la localidad en dirección a Burguete.
Enfilamos la carretera en dirección a esta localidad y seguimos ahora la señalización de flechas amarillas del Camino de Santiago.
En pocos metros cruzamos al otro lado de la carretera y tomamos senda paralela que se introduce a la derecha del arcén entre el arbolado.

El camino avanza, con piso bien cuidado, por una galería de numerosas especies arbóreas, arbustivas y herbáceas. Podemos observar, sin llegar a ser exhaustivos:
álamos, arces, abetos rojos, pinos, hayas, acebos, fresnos... avellanos, silene, geranio silvestre, fresas silvestres, ranúnculos, espinos, helecho hembra...
A los tres minutos, al otro lado de la carretera, la vieja y hermosa cruz pétrea del siglo XIV sigue luciendo en medio del arcén.
Después la senda se aparta algo más de la carretera, hasta 30-40 metros, aislándonos del tráfico. De vez en cuando encontramos algún banco de piedra.

Se desvía a la derecha de nuestro itinerario el «Camino de los Canónigos» (en la imagen tal y como se aprecia desde Roncesvalles). Seguimos al frente, con la misma tónica que hasta ahora.
A lo largo de todo el Camino de Santiago encontraremos diferentes símbolos relacionados con la orientación del peregrino, pero el más universal, constante a través de tantos kilómetros, será la flecha amarilla, humilde señal pintada en cualquier esquina o bifurcación que nos pueda resultar conflictiva. También acompaña a ésta la doble línea (blanca y roja) que se pinta en todo Gran Recorrido (convención utilizada universalmente), teniendo en cuenta que el Camino de Santiago está definido con el código GR-65.
A los seis minutos de la bifurcación se abre momentáneamente un claro en el bosque y vemos sobre nosotros el paso de una línea eléctrica. Aparece algún roble, pero el haya continúa como árbol predominante. En el sotobosque tenemos algunos saucos y majuelos.

Portillo en alambrada.
La puerta está rota. Salimos del bosque frente a dos naves de moderna construcción. Un carretil asfaltado cruza en perpendicular nuestra trayectoria. Torcemos a la izquierda y a los pocos metros tenemos el soporte pétreo de una antigua cruz también desaparecida. En sus piedras están pintadas las flechas que nos guían.
Seguimos por el carretil, con el bosque a la izquierda (que muestra aquí algunos abedules y robles americanos), hasta que sobrepasando el cuartel de la Guardia Civil de Burguete, salimos a la carretera general (0:23) y nos acercamos al centro del pueblo.

Auritz/Burguete es una población, como muchas de las que encontramos en el Camino, crecida en torno al mismo. De forma alargada, creció como una calle en torno al camino principal. En el centro del mismo se encuentran la iglesia, el ayuntamiento y el gran frontón cubierto, en cuya trasera hemos iniciado el recorrido.
Podemos llegar al frontón por la calle principal o tomando el carretil que por la izquierda da servicio a las edificaciones periféricas.
Fin de recorrido.