Entre la
ermita de Eunate y la
ermita de San Guillermo, San Guillén o Nuestra Señora de Arnotegi (por los 3 nombres es conocida), se eleva un modesto cresterío cubierto en sus laderas por
pino laricio,
pino carrasco (de repoblación),
carrascas y algunos campos de almendros y olivares.
Eunate es una de las más célebres edificaciones del románico navarro. Arnotegi es otro hito jacobeo, aunque por razones menos artísticas. Allí se retiró, según la leyenda, Guillén de Aquitania quien después de asesinar a su hermana Felicia y arrepentirse, pagó su penitencia peregrinando a Santiago y retirándose a orar el resto de su vida en este cenobio.
Separan ambos lugares unos cuatro kilómetros de terrenos ocupados por bosquetes y campos de labor.
El Gobierno de Navarra y el ayuntamiento de
Obanos se propusieron recuperar el terreno, algo degradado, mediante tratamientos forestales de las laderas. Y añadieron a tal propósito una buena idea: marcar un recorrido que uniera ambas ermitas justo por lo más elevado de la pequeña sierra.
El trazado se eleva en un apresurado zig-zag desde Eunate. De hecho ha sido necesario colocar algún que otro escalón al principio para vencer el desnivel. Después, alcanzada la parte superior, aprovechando alguna senda natural, uniéndolas con las que llegaban a unas cuantas palomeras y abriendo alguna otra, se ha creado un interesante enlace entre ambos lugares. Goza, además, esta travesía de buenas vistas sobre Obanos
Puente la Reina y el corredor de Valdizarbe. Se ha colocado también una mesa panorámica en un lugar muy bien escogido. Y todo ello se ha balizado.
Como único «pero» (perfectamente subsanable), diremos que, al no seguir la normativa que suele exigir la Federación de Montaña, el recorrido es muy sencillo de seguir en la dirección Eunate-Arnotegi, pero plantea dudas (para quien lo recorra por primera vez) si lo intenta en la dirección contraria (las balizas no le ayudarían con tanta claridad).
No obstante es muy loable la iniciativa, y además el entorno merece la pena.
El recorrido se puede combinar, si lo deseamos, con
otro que publicamos en su día, y que une Obanos con Arnotegi y, a través de unas antiguas salinas comunales (hoy abandonadas), marcha hacia Eunate a través de varias pistas de concentración. Frente a aquel, este ofrece el encanto de los senderos y de los bosques.
Para llegar a Eunate, inicio y final del recorrido, basta con dejar la autovía Pamplona - Logroño en la salida que indica a Obanos- Muruzabal y tomar la dirección de Campanas. La silueta de la ermita, además de que está indicada, es inconfundible. No hay problema alguno de aparcamiento.