La Junta General del Valle de Aezkoa y el Ayuntamiento del Valle de Erro han publicado en verano de 2003 un folleto titulado la Ruta de la Prehistoria por el pirineo navarro.
Este ha sido el momento en el que hemos considerado oportuno dedicar este primer recorrido a la persona que desde el silencio y su trabajo nos legó un increible trabajo sobre la localización y el estado de muchos dólmenes y cromlech en Navarra. Esta persona fue D. Miguel Ezkurdia, quien dedicó el atardecer de su vida a mejorar los inventarios existentes hasta ese momento (hoy en los fondos documentales de Gorosti) y a recorrer, junto con su esposa, la geografía navarra para colocar los hitos en los diversos monumentos prehistóricos. Hitos, que por cierto, han sido objeto de barbarie por aquellos que con su alto nivel educativo y cultural confunden la política con la lengua y la cultura dedicándose a destruir en lugar de construir.
Tuve la fortuna de compartir con él el desarrollo del primer campo de trabajo de jóvenes, que se desarrolló en Mintxate en el año 1985 (donde se señalizaron los dólmenes de Mintxate I y II, Asolaze, Arrako y Sakulo), y la colocación del hito del dolmen de Soroluze en el año 1987. Desde estas líneas gracias Miguel por tu trabajo y tesón.
De la publicación antes mencionada tomamos estas líneas: «Hace 5.000 años, en los valles pirenaicos navarros habitaban unas gentes, nuestros predecesores, que sobrevivían en medio de una naturaleza salvaje y hostil. Aquellos pobladores nos dejaron, entre otros testimonios de su existencia y cultura, los monumentos megalíticos (dólmenes, crómlech y menhires).
El megalitismo (megalito = piedra grande) es un fenómeno prehistórico propio de Europa occidental, relacionado generalmente con ritos funerarios, aunque algunas de sus manifestaciones presentan aún muchos puntos oscuros. Se tiene constancia de los dólmenes y los crómlech se utilizaron como sepulturas colectivas; sin embargo, hay muchos aspectos envueltos en el misterio: ¿En qué creencias estaban basados? ¿A quién o qué adoraban aquellas gentes? ¿Qué otro significado tenían? ¿Qué ritos se celebraban en ellos? ¿Qué finalidad tenían los menhires?...
Según algunos autores, los megalitos, situados en lugares muy visibles, servían como límites territoriales frente a otros grupos humanos.
La disposición de muchos de ellos da pie a teorías sobre una clara orientación astronómica (la mayoría de los dólmenes están orientados hacia el este, lugar por donde sale el sol). Otros hablan de representaciones estelares.
Posiblemente nunca se despejarán las incógnitas, lo cual mantendrá a estas grandes piedras y lo que representan en el misterio, simbolizado por las espesas nieblas que las envuelven desde hace miles de años.»
Vamos a proponer diversas opciones en este recorrido.
La primera es realizar un paseo circular por la estación megalítica. Dirigida a personas sin dificultad de caminar.
La segunda seguir el recorido por la zona señalizada. Dirigida a personas que deseen seguir el sendero señalizado.
La tercera para aquellas personas que tengan dificultad de caminar.
Desde el albergue que se encuentra en la pista que asciende desde la
Fábrica de Orbaiceta hacia Azpegui (aprox. 2,8 km) caminaremos ascendiendo por la pista hasta tomar a la izquierda un sendero, a la altura del último
haya, entre
helechos y
genistas.
Al salir a zona más abierta encontraremos en línea los dólmenes de Azpegi I y II. Tras pasar una regata llegaremos a una bifurcación de pistas importante. Izquierda ascensión al collado de Soroluze (un poco fuerte) y derecha Azpegi. Para quienes opten por el recorrido segundo volverán a este punto para ascender hacia Azpegi.
Ascenderemos por camino herboso tras pasar un hayedo hasta el collado de Azpegi, en las faldas de
Urkulu. Y allí a nuestra izquierda observaremos el dolmen, el crómlech y las trintxeras de Soroluze.
Podremos sobrepasar las trintxeras y salir a una preciosa balconada sobre el barranco de Txangoa y la Fábrica de Orbaiceta.
Volverfemos tras nuestros pasos hasta el collado y en el descenso, cuando el camino gira a la derecha, podremos optar entre regresar a la baliza del cruce a Azpegi o seguir con un recorrido que nos va a sorprender por las hermosas vistas sobre la majada de Azpegi. Saldremos de la pista y ascenderemos suavemente, primeros metros, por sendas de ganado e intentaremos no perder altura a media ladera de Urkulu.
Antes de llegar al linde del bosque, sobre el aska de Azpegi, nos encontraremos una imagen de una Virgen y descenderemos hasta llegar a ella y así alcanzar poco a poco el alto de Azpegi y contemplar sus preciosos crómlech. En este punto coincidimos con el recorrido segundo.
Seguiremos la divisoria de las faldas de
Mendilaz y poco después de un palomera veremos Azpegi III y IV.
Ahora sólo nos queda regresar. Podemos hacerlo de varias formas, aunque os proponemos bajar desde aquí a la pista y luego alcanzar la borda de la regata para salir al cruce Soroluze - Azpegi y terminar el recorrido.
La tercera opción cosnsiste en llegar en vehículo hasta el alto de Azpegi y allí contemplar los crómlech.