Arantza
A la entrada de la localidad tenemos un amplio aparcamiento, junto al apeadero del autobús y un lavadero en perfecto uso.
Por la primera desviación a la izquierda, entre el apeadero y una esquina que luce la placa «Beheko karrika» iniciamos ascenso entre las casas y giramos a la derecha. Pasamos junto a la escuela. Tomamos en cuanto tenemos oportunidad las calles que nos permiten ir alcanzando la parte más alta del pueblo.

En lo alto de una calle encontramos una bifurcación. En el centro una cruz de piedra de lo que parece un viacrucis encajada en el talud. A la izquierda señala hacia «Bordalarrea Auzoa».
Tomaremos a la derecha. Hacia allí una baliza de madera indica dos recorridos: «PR - Mendaur» y «SL - Azkilarrea».
Las señales amarillas y blancas del PR nos van a guiar y serán de gran utilidad en la primera parte de este recorrido.
La fuerte pendiente que hemos sufrido desde que empezamos a andar nos permite salir por encima del pueblo, dejando atrás las últimas casas (sombreadas por los fresnos) y alcanzar el acceso al cementerio, (hacia el que sube una rampa a la derecha de nuestro camino). Hasta aquí se suceden más cruces de piedra semejantes a la primera descrita.

Atención a la zona que recorremos ahora. Puede resultar algo confusa por la cantidad de desviaciones:
Pocos metros más allá del cementerio, el camino se hace de tierra y gira bruscamente (casi 180º) a la izquierda entre robles. Una baliza lo indica.
Ascendemos unos 10-15 metros antes de tomar una senda a la derecha. Y a pocos metros (unos 10) nueva desviación a la izquierda por senda todavía más estrecha y de piso herboso que pronto gira casi media vuelta para seguir en la dirección de la anterior.
Nos ayudarán, aunque estén algo borrosas, las señales amarillas y blancas. Si nos equivocamos encontraremos el aspa de «no continuar por aquí». Véase la imagen que resume los desvíos.
Finalmente vamos por camino con pendiente más suave encajado entre dos alambradas. Avanzamos ya por la parte más alta de la cresta, entre plátanos (Platanus hybrida) y falsas acacias (Robinia pseudoacacia).

Pista cementada y después asfaltada. En llano. A la derecha.
Como marchamos por la parte más alta el paisaje se abre a ambos lados. La zona de Sunbilla aparece al otro lado (hacia el este).
Cuando va a iniciar descenso...

Desvío en ascenso por marcas en el prado que siguen junto a una alambrada.
0:18 - Langa. Cruzamos la alambrada. Al otro lado, entre los fresnos, hay una borda de piedra que dejaremos a nuestra izquierda mientras ascendemos por senda semiborrada en zig-zag.
Robles con matas de pacharán en el sotobosque. Las marcas amarillas del PR, pintadas sobre las piedras y algunos troncos nos permiten seguir la senda que siempre marcha por lo más alto.
Pronto vamos encontrando palomeras instaladas en la cresta.

Bordeamos un pinar con ejemplares de bastante altura y descendemos a un pequeño collado al que llega un camino ascendente de la izquierda.
A la derecha queda un aska junto a un corral con vallas de hierro.
Continuamos al frente, en ascenso. Siguen las marcas. Cien metros más allá atravesamos alambrada y seguimos de frente.
La cresta queda ahora sobre nosotros (a la derecha). Marchamos ahora entre hayas, robles y castaños, por camino mucho mejor definido.
Este sendero, algo encajado, recto, asciende con suavidad por un paraje de gran encanto.

El camino nos deposita en un collado donde finaliza bruscamente el arbolado.
El terreno muestra ya la cresta más o menos desnuda que todavía nos queda por recorrer para acercarnos a Mendaur.
Hasta el collado llega un camino-pista de la izquierda. Hay una borda con su grupo de fresnos alrededor y unas cuantas palomeras. Por la derecha.

Pronto llegamos a una bifurcación. A la derecha.
Dejamos un aska más a la derecha. Vamos a seguir por lo más alto.

El camino asciende por los rasos trazando alguna curva. Hay un momento en que deja la cresta algo a la derecha pero pronto, alcanzando un descansillo con un aska, vuelve a ir por lo más alto.
Poco después, para no tener que ascender y volver a descender, tomamos senda que hace un pasillo entre las argomas y brezos (foto).
Superada esta altura seguimos de nuevo por lo más alto. Pronto descendemos un poco.

Collado.
Una baliza indica a la derecha un camino con el PR NA-14 - Arantza. Y también indica el nuestro (PR-Mendaur).
Seguimos de frente, como hasta aquí, en ascenso por lo más alto.
1:10 - Otro descansillo y otro aska.

Alcanzamos un rellano donde muere un ancho camino que sube de la izquierda frente a nosotros.
Lo ignoramos y trepamos por senda herbosa que busca la zona más alta por la derecha.
Divisamos una alambrada en lo alto y nos dirigimos hacia ella.

Cuando llegamos cerca de la alambrada nos desviamos por la izquierda de la ladera, por senda que casi en llano comienza a faldear.
Tomando altura, poco a poco, el sendero bordea las laderas manteniendo la cresta siempre a la derecha. A ratos herbosa, a ratos pedregosa.
Ya no sale a lo más alto hasta el collado de Bustitza, entre Mendaur y Elordi (también llamado Mendieder).
Durante un buen rato recorremos las laderas desarboladas. Enfrente tenemos Mendaur con la ermita que vemos cada vez más próxima.
1:43 - Ya cerca del collado el bosque trepa hasta el camino.

Collado de Bustitza.
Un gran hito de piedra vertical indica el lugar en una zona húmeda y colonizada por juncos.
Algunos metros más al sur hay un mojón prismático de separación de términos municipales.
Al otro lado divisamos el embalse de Mendaur a nuestros pies. Tras de nosotros queda la cima de Elordi que enlaza en una alargada y despejada cresta con Ekaitza, situado bastante más al oeste.
Nuestra cima, sin embargo, está frente a nosotros, al sur, con la ermita aposentada sobre la rocosa cumbre.
Ascendemos por el camino que hace un zig-zag antes de tomar en diagonal por la ladera herbosa de la derecha.
A medida que tomamos altura nos acercamos a un contrafuerte rocoso, junto al cual comenzamos a trazar varios zig-zags para superar el desnivel.

Tras varias eses alcanzamos los primeros escalones. Para quien asciende por primera vez es una sorpresa encontrarse cómo, poco antes de la cima, el camino se ve acondicionado por dos largos tramos de escalinata de piedra que facilita la ascensión.
El camino, tras superar las rocas, desemboca directamente en la puerta de la ermita.

Ermita y cima de Mendaur.
Edificio sencillo, coronado por una cruz de piedra sobre el tejado. A la derecha queda otra puerta (ambas son de chapa y suelen estar cerradas).
La vista es impresionante sobre las localidades de Santesteban e Ituren. Tenemos la impresión de caer casi en vertical sobre ellas.

A la derecha según llegamos, está el buzón en zona rocosa, algo oxidado, junto a un pararrayos. Pocos metros más al oeste, algo más baja, hay una cruz de hierro incrustada en la roca.
El buzón dice: «Mendaur - Goratasun/Altitud: 1136 m. - Apirila 1991». Tiene forma de caserío. Otro buzón de acero inoxidable está suelto, a escasos metros. Tiene una placa circular sobre la caja, con unas hojas de roble y bellotas grabadas en su centro. Es de noviembre de 1991.

Desandamos ahora el camino hasta el collado Bustitza.

Otra vez en el collado.
Enfrente tenemos la cima de Mendieder o Elordi. Si lo deseamos podemos también ascenderla por el raso. En nuestro caso la olvidamos. Dejándola a nuestra derecha subimos en diagonal en dirección oeste para ir ganando muy suavemente altura por una senda que va faldeando hacia la izquierda y gana poco a poco la altura de la cresta.

Alcanzamos la cresta.
Nos queda todavía un largo tramo para pisar la cima de Ekaitza. Las sendas marchan a veces sobre la misma cresta o en ocasiones por su lado sur. La ladera norte es muy empinada.
El terreno es despejado y herboso (a veces mezclado con rocas). De vez en cuando dejamos atrás alguna palomera.

Mendaur, sobre el embalse, queda a nuestras espaldas. A la izquierda de la cima el collado de Bustitza.
Antes de iniciar la ascensión final el arbolado se acerca a nosotros por ambas laderas en un collado.
3:09 - Superamos un mojón de términos en la misma cresta. Seguimos con fuerte ascenso.

Cima de Ekaitza.
Vértice geodésico destruido. Los restos se amontonan en un amasijo de piedras y hormigón.
Unos metros antes tenemos dos buzones: uno es sencillo, constituido por un cilindro rematado por una tapa con forma de gran tuerca atada con cadena. Data de 1986.
El otro, de acero inoxidable, representa una ermita con su espadaña, orientada al norte. Lleva sobre el tejado su placa que indica su colocación en 1998.
La cima, airosa, se levanta directamente sobre la cabecera de la regata Putzubeltzeko. Al fondo, muy abajo, divisamos la localidad de Arantza hacia el norte.
Por el sur las laderas, en su mayor parte boscosas, descienden hasta la regata Ezkurra. Más al sur las alturas de la sierra de Belate.

Siguiendo en la misma dirección iniciamos descenso más allá de la cima. La cresta sigue siendo bastante empinada y hay que pisar con cierta precaución.

Por un momento dejamos de descender y la cresta se vuelve ondulada. Cuando nosotros hemos pasado este punto se define muy bien con el montón de leña que se ve en la foto (pero lógicamente esto puede cambiar).
El arbolado de la ladera norte alcanza la cresta. Se inicia una senda muy clara que va recorriendo las palomeras por el interior del arbolado (algo escorada al norte respecto a la loma). Pasamos algunas bifurcaciones que bajan a algunas casetas de cazadores ocultas entre los árboles.
Sin alejarnos nunca de lo más alto acabamos por salir del bosque bruscamente, ascendiendo unos metros y encontrándonos en la confluencia de dos alambradas en ángulo.

Alambradas que confluyen en un punto.
Son las que separan los términos de Goizueta, Zubieta y Arantza. Conviene cruzar a la izquierda y avanzar por la senda, más cómoda, que sigue la dirección con el alambre a nuestra derecha.
Así, en término de Goizueta, seguimos un camino casi llano que va visitando más palomeras. La dirección, que hasta aquí era noroeste, ahora es prácticamente norte.

Cromlech de Mairugaratza, en término de Ibitza.
Bajo un pequeño bosquete de hayas. Tiene su placa indicadora.
Ahora tenemos enfrente la loma herbosa de Komizko gaina. En lugar de ascender y volver a descender nos vamos a la izquierda por el camino más ancho que sube un poco y lo rodea.

Al dar la vuelta y encarar de nuevo la alambrada que separa Goizueta de Arantza vemos al fondo asomar las inconfundibles siluetas de las Peñas de Aia.
Pronto estamos en la alambrada, que cruzamos por langa.
Aquí, de nuevo en terrenos de Arantza, las pendientes herbosas descienden hacia las regatas. Extensa vista hacia el norte. Si el día es bueno divisaremos las playas de Hendaia.
Bajo nosotros, hacia el este, tenemos una regata (Soragata) cuya cabecera está inconfundiblemente ocupada por el arbolado. Hemos de bajar hacia ella y rodearla para descender por su derecha.

Fuerte descenso por terreno con escasas marcas de senderos.
Alcanzamos la cresta de la derecha de la regata y vemos más abajo el arranque del camino que hemos de tomar. Un aska queda a la derecha poco antes de alcanzarlo.
Pronto nos internamos en el hayedo. Bajamos con decisión.

Salimos del bosque para encontrar una pista que cruza de izquierda a derecha frente a una borda en lo alto de un prado.
Giramos a la derecha e iniciamos fuerte descenso. Pronto el piso se vuelve cementado.
4:30 - El paisaje se despeja. Debajo tenemos la panorámica del valle. La pista, que mantiene un fuerte desnivel y comienza a repercutir en las articulaciones, comienza a hacer zig-zag. En la primera curva cerrada podemos, a la vista del itinerario, atajar por la pendiente de hierba.

Entre varias bordas, un corral de vallas metálicas y un aska, retomamos más abajo la pista y seguimos descendiendo.
4:47 - Un camino sale hacia un caserío por la derecha. Seguimos el principal. Tres minutos después enlazamos con otro camino cementado más importante que llega por la izquierda, procedente del caserío Munilza. Lo seguimos, en continuo descenso, a la derecha.
Estamos en el barrio de Aientsa. Pocos metros después, entre caseríos, seguimos por la izquierda (recto), sin tener en cuenta flechas amarillas que nos invitan a ir por la derecha (a no ser que deseemos llegar al pueblo sin dejar el carretil, en cuyo caso esta alternativa nos permitiría atajar bastante; véase algo más adelante).
Pasado el núcleo del barrio volvemos a caminar entre prados.

Dos caminos (uno de ellos asfaltado) llegan por la izquierda desde sendos caseríos (Maritxepea y Multiki) en una curva cerrada del principal hacia la derecha.
Seguimos hasta el caserío-chalet Otzarra cuya puerta en la tapia aparece a la salida de la curva.
Inmediatamente después de esta puerta abandonamos el asfalto por camino de grava que arranca a la izquierda entre la tapia-verja del caserío y unos contenedores.
En caso de duda podríamos seguir el carretil hasta el pueblo, pero la alternativa que comentamos es más directa.

Cruzamos entre dos grandes depósitos de agua con compuertas y verjas. El camino, al otro lado, sigue descendiendo sobre piso herboso.
Nos vamos acercando al fondo del barranco tallado por el río Landondo.

Al llegar al río nos encontramos con otro camino que desciende también frente a nosotros.
Cruzamos sobre el cauce por puente de piedra en un bellísimo rincón.
Al otro lado el ascenso es inmediato por camino empedrado en medio del bosque. El brusco cambio se hace sentir.
5:24 - Salimos del bosque y pasamos bajo el caserío Marinko. Vemos ya el pueblo cercano. La cuesta se hace muy pesada después del largo itinerario.

Arantza.
Alcanzamos la iglesia y desde la misma, entre las calles, volvemos al punto de partida.
Fin del recorrido.