La nueva estructura que ha exigido la re-catalogación de los grandes recorridos ha provocado cambios considerables en algunos de ellos.
Especialmente en tramos que planteaban fuertes conflictos entre el espíritu senderista y la realidad del paisaje y el territorio.
Una de las etapas más problemáticas de la vuelta a la Cuenca de Pamplona era ésta, en la que la travesía de
Huarte,
Olaz y
Gorraiz, suponía una larga caminata por terrenos absolutamente urbanizados, lejos de la imagen que cualquier aficionado al senderismo puede hacerse de lo que es una etapa de un gran recorrido.
De ahí que, ante la nueva redacción de estos tramos, los equipos que han decidido por dónde llevar el itinerario hayan optado por un alejamiento del entorno urbano, quizás para opinión de algunos excesivo, puesto que parece ir más allá de los límites de la Cuenca. No obstante, podemos constatar que en lo referente al paisaje se ha ganado claramente la apuesta, ya que se ha salvado todo ese telón de hormigón y asfalto. Aunque la victoria no haya sido completa, la ganancia es considerable.
El recorrido parte, ahora, del punto más al norte de la GR (el merendero de Zabaldika y la localidad de
Irotz). Desde aquí se ganan las estribaciones del monte
Erbaluz y se pasa a terrenos del valle de Egües por un collado sobre
Alzuza. Desde esta localidad se desciende a las inmediaciones de la clínica Ubarmin, junto a Elcano. Se cruza después por el viejo caserío de Egüés para tomar el camino entre este pueblo y
Ardanaz, a donde se llega tras bordear los terrenos del campo de golf de Gorraiz.
No podemos decir que sea una etapa magnífica en cuanto a su paisaje y el tipo de caminos que atraviesa, pero como decimos al principio, creemos que se salva un obstáculo de muy difícil resolución para lograr una travesía aceptable de esta zona de la Cuenca.