En el término municipal de Mendigorría se encuentran los restos de la villa romana de Andelos (siglo I - IV d. C.), que estuvo poblada por unos 6.000 habitantes. Alcanzó su desarrollo civil y económico entre los siglos I y II, llegando a ser más importante que Iruña. El yacimiento arqueológico se sitúa sobre una terraza en la margen derecha del río Arga, en una vía secundaria que unía La Rioja con Jaca.Su estructura urbana era típicamente romana: trazada sobre dos ejes perpendiculares (cardo y decamanus), de tipo ortogonal, amurallada en todo su perímetro y con torres de vigilancia. Los restos de las calles, en cuadrícula, y de las casas particulares sacadas a la luz tras las escavaciones, reflejan un avanzado urbanismo, al que hizo referencias el historiador Plinio.Durante el Bajo Imperio, la población de Andelos comenzó a decaer y muchos de sus habitantes se desplazaron a vivir al campo. Hay datos documentales de su población en época medieval, siendo abandonado definitivamente el lugar en el s. XIV. El yacimiento se está escavando desde mediados del s. XX y se han encontrado pavimentos de opus signinum, cerámicas, lápidas y fragmentos de vidrio y metal que se exhiben en el Museo de Navarra y que en breve se podrán contemplar también en el propio Museo de Andelos, ya construido e inaugurado. Otros hallazgos revelan que esta zona estuvo poblada ya en la Edad del Bronce.Lo más característico de Andelos es su sistema de abastecimiento de aguas mediante una presa de 102 m. de longitud, 7m. de altura y 9 contrafuertes, situada a casi 3 km. del yacimiento, y un depósito con una capacidad de 7.500 metros cúbicos, que suministraba agua al castellum aquae de la ciudad a través de un acueducto de más de 700 m. de longitud. Este sistema hidraúlico estuvo en uso hasta el s. IV. Del acueducto quedan el arranque y los cimientos de sus 52 arcos.
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