Se encuentra en la Calle Curtidores, al comienzo de la Rúa de los peregrinos. Es de origen románico tardío con modificaciones de los siglos XIV y XVI. Lo mas notable es su portada septentrional, con trece archivoltas apuntadas que la hacen profundamente abocinada. En su amplio timpano y en tres franjas sucesivas se representan la Crucifixión, la Resurreción y la Última Cena. A ambos lados de la misma y por la parte superior corre un friso con un Apostolado bajo arquillos trilobulados. Debajo hay una doble fila de tres arcos levemente apuntados sobre pilares prismaticos. Todo ello es obra del siglo XII. El ábside semicircular es de grandes sillares en el que se marcan tres columnas adosadas y una línea de imposta que lo divide por la mitad. Se abre un vano abocinado, de arco ligeramente apuntado, sobre dos columnas con capiteles decorados con motivos vegetales. Está adosado a lo que se mantiene en pie del ábside principal, de planta poligonal y la fachada que le corresponde del muro norte, tiene una gran portada, pero ya por su estilo, es gótica. En el interior conserva la bóveda de horno y de cañón apuntado en el tramo rectangular de la capilla absidial, con un arco de triunfo reposando sobre capiteles de decoración vegetal con unas figuras.
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