Aparcamiento del Parque Natural.
En su entorno tenemos, visible desde cualquier lugar, el impresionante cedro de Bertiz que vemos en la imagen (catalogado como Monumento Natural).
Al fondo (norte) está la caseta de información, junto a la puerta de entrada.

Atravesamos la puerta de entrada al Parque.
En el carretil que pasa por delante giramos a la derecha. Hay varios paneles explicativos. Tenemos la ladera boscosa a la izquierda y el jardín, tras la verja, a la derecha.
Pronto, en la bifurcación, continuamos por la izquierda, el carretil más estropeado.

Llega de la derecha un carretil que accede desde el «Jardín».
«Casa Zabala», en ese lado, se ve cercana.
Llegamos a un cruce.
A la derecha, perpendicular, baja entre pinos un camino recto hacia una calera (podemos visitarla, junto al río).
A la izquierda un cubierto que alberga tres carboneras, dentro de los elementos del recorrido señalizado en el Parque.
Por delante de ese cubierto abandonamos la pista y para subir por un camino. En este momento la zona está siendo sometida a la eliminación de especies foráneas (roble americano), y es una de las parcelas del parque menos agradables. Pero en poco rato la dejaremos atrás.
0:11 - (0,92 km) - Pasamos al lado de restos de muros de viejas bordas utilizadas por los pastores. Un cartel cuenta los detalles.

Otro pequeño rincón con un cartel que recuerda la recolección y uso de las castañas.
El sendero sigue por el interior del bosque y comienza a llanear para ir bordeando numerosas regatas.
La vegetación, apenas tocada, muestra todo el esplendor del hayedo.
Durante largo rato iremos disfrutando del entorno.

Bifurcación.
Las señales oficiales indican a la derecha el descenso hacia Iturburua. Es el recorrido circular más corto de los tres señalizados.
Seguimos ganando algo de altura por la izquierda.
Se mantiene el tipo de paisaje; en todo caso, conforme avanzamos, parece cada vez más cerrado el bosque.

Llegamos a la segunda bifurcación señalizada.
A la derecha baja el sendero que cruza la regata Suspiro y regresa por la otra ladera.
El que sigue continúa hacia Irretarazu.
No seguimos por ninguno de los dos. Lo que hacemos es girar hacia la izquierda y subir la ladera hasta un cercado metálico que alberga los aparatos de recolección de una estación de investigación entomológica de la Universidad.
Detrás de este cercado ganamos un poco más de altura, escorándonos algo a la derecha, por lo más sencillo.
Por un lomo pronto alcanzamos…

Trazas de un sendero abandonado que cruzan de izquierda a derecha.
Girando hacia este lado las vamos siguiendo entre las hayas.
Enseguida apreciamos, entre las ramas, la luz que llega desde el collado cercano. Los restos del sendero nos conducen al mismo.

Suspiroko Lepoa.
Cruzando la alambrada abandonamos el Parque Natural.
Salimos a una pista, junto a dos tronas muy altas.
A la izquierda.
En pocos metros tenemos una bifurcación.
Por la izquierda, en ascenso (por la derecha se va la pista de enlace con la que baja hacia Sunbilla).
Pronto encontramos alguna trona más. Después la pista-camino herboso se va alejando en diagonal hacia la derecha.

Nueva bifurcación.
Otra vez por la izquierda. La de la derecha también desciende hacia Sunbilla.
Seguimos ganando altura, con rapidez, hacia el collado de Meate.

Enlazamos con otra pista más.
Cambiando de sentido giramos 180º a la izquierda para acceder al collado, ya muy cercano.

Meateko Lepoa.
A la derecha (suroeste) queda Oteizoiana.
A la izquierda Meateko Kaskoa.
El collado es amplio y herboso. Tiene un rodal de hayas, y otro más se aprecia a la derecha. En su interior alberga las ruinas de unas bordas.
Nos vamos hacia allá.

Podemos optar por el camino que mejor nos convenga hacia la cima.
Se puede intentar de forma más o menos directa, aunque la presencia de rocas hacia este lado nos hará pensar en el mejor sistema.
Lo más cómodo es bordear, por encima de una zona de piedra suelta, en largo desplazamiento hacia la izquierda, para, una vez superada la cresta, volver hacia la cima por el otro lado.
Hay una estrecha senda que facilita este desplazamiento.

Alcanzada la cresta, pasando al otro lado, cambiamos de sentido y, por senderos que sortean algunas piedras, vamos ganando altura hacia la cima.

Cima de Oteitzoiana.
Está ocupada por un vértice geodésico en buen estado de conservación.
Bastante aérea hacia el norte, coronada por rocas.
Divisamos Sumbilla en el valle. Al sur tenemos toda la cadena de Belate. Al oeste Mendaur. Vemos el valle a los pies y Baztan al este. Buena vista a pesar de su modesta altitud.

Regresamos ahora hasta el collado de Meate por el mismo camino.

Otra vez en Meateko Lepoa.
Girando hacia el sur cogemos la pista que baja por la vertiente contraria a la que hemos ascendido.
Enseguida (80 m) encontramos un camino herboso que, por la derecha, baja recto y encajado, trazando un atajo.

Cruzamos la pista en el momento en que traza una curva cerrada.
En este punto hay un pequeño estanque preparado para combatir emergencias de posibles fuegos.
Al otro lado encontramos continuidad por otro camino recto, herboso también. Descendemos.
2:50 - Dejamos junto al camino una borda semiderruida.
2:59 - Otra borda, también ruinosa, queda atrás.
Seguimos descendiendo.

Bordeamos las lajas de una tapia baja.
El camino principal parece girar 180º, señalizado por marcas de PR (amarillas y blancas).
En lugar de continuar las indicaciones, mantenemos la dirección hacia otra borda que aparece bajo el arbolado.
Junto a ella giramos 90º a la derecha y volvemos a descender con claridad.

Después de largo y fuerte descenso, con giro al oeste, terminamos bajando entre dos muros y encontramos otro camino perpendicular. A la izquierda, con casas cercanas.
Pronto pasamos sobre una regata por placa de hormigón. Y enseguida cruzamos una puerta de hierro.

Sobre piso de hormigón aparecemos en las primeras casas.
Estamos en las afueras de Narbarte.

Encontramos un carretil que nos hace girar hacia el este, en dirección a Oieregi.
En el cruce hay una hermosa calera recuperada.
El carretil, en llano, nos lleva entre pastos cercados y algunas casas.

Puerta de entrada al Parque Natural del Señorío de Bertiz.
A la derecha sube el empedrado por el puente de Erreparatzea, que salva el Bidasoa.
Al otro lado queda el palacio.
Si cruzamos la puerta, la pista nos va a llevar, en breve, hasta…

Otra vez estamos en la puerta de acceso al parque desde el aparcamiento.