Centro de Arrarats. Junto al frontón.
Ascendemos hacia la iglesia.

Por la izquierda del templo sale una pista con piso de hormigón que se aleja del pueblo.

Bifurcación.
A la derecha.
Pisando todavía sobre el cemento vamos ganando altura por un paisaje en el que manchas de hayedo y castaños se intercalan con prados cercanos a la localidad.
Pronto el piso pasa a ser de grava.

En un rellano hay una nueva bifurcación.
A la derecha se desvía un camino ancho de tierra.
Seguimos por la izquierda.
Grandes castaños ocupan el lado derecho.
Encontramos enseguida otra bifurcación. Seguiremos la principal, por la derecha.

Cruzamos la regata (Muskilloko Erreka) después de un ligero descenso.
Volvemos a ascender.
El bosque de hayas muestra abundante presencia de castaño. El sotobosque es el habitual en los hayedos de la zona.

Bifurcación.
A la derecha entra el camino principal hacia unas bordas. En ellas finaliza, ante una puerta de hierro.
Hemos de seguir, por la izquierda, un sendero de menor entidad, que pasa sobre ellas.
Aparece algo erosionado por el agua, pero pronto se recompone.
0:26 h (1,83 km): Se va a la izquierda, cambiando el sentido de marcha, un ramal que no vamos a tener en cuenta. Mantenemos la dirección.

Otra bifurcación.
Por la izquierda marcha un ramal en fuerte ascenso. Seguimos la opción de la derecha, que sigue ganando altura con más calma.

Curva cerrada. El cambio de dirección es obligado por la orografía, para seguir faldeando al tiempo que ganamos altura.

El curso de la regata Artius se adapta a la orientación de las laderas. Nos corresponde ahora cruzarlo. Estamos circulando por su cabecera.
Por encima las hayas ocupan todo el paisaje cercano.

Pronto encontramos un brusco cambio de dirección.
Estamos cerca del collado. Enseguida…

Collado Lintsusti. Por aquí pasa el trazado del GR 12.
Crece el helechal en rodales a ambos lados y enfrente.
El trazado del GR es transversal respecto al que llevamos.
Seguiremos las marcas hacia la derecha.
En la baliza nuestra dirección corresponde a la flecha que señala «Gorostieta».

El trazo del GR, entre árboles, venía ascendiendo hasta que, superado el lomo de Irumugarrieta, gira con suavidad a la derecha para iniciar descenso.
Aquí lo abandonamos. Por lo más alto, girando 90º a la izquierda, sin senda clara (a veces vemos algunos tramos) pero con terreno limpio, buscamos la cima.
La pendiente que nos queda es suave y relativamente corta.

Cima de Irumugarrieta.
Sin señal que la indique ni buzón montañero.
Entre hayas jóvenes y algunos helechos, con varios carteles de coto de caza, encontramos el punto más elevado.
No hay panorámicas. La cota está en terrenos del concejo de Igoa (Ayto. de Basaburua).

Regresamos por donde hemos subido. Cuando retomamos el GR 12 volveremos, también, hasta el lugar-collado donde se situa la baliza, el punto donde nos hemos encontrado las marcas al subir.

Collado Lintsusti.
Hemos vuelto hasta la baliza.
Ahora podemos elegir entre dos alternativas:
1) Si no tenemos seguridad descenderemos hasta el vallecito de Otsola por el camino del GR. Las marcas nos guiarán sin problema alguno.
2) Podemos intentar ascender, enfrente, la cima de Lintsusti. Vamos a describir esto con más detalle.
Según llegamos nos internaremos de frente en el hayedo. Subiremos la pendiente más o menos recto. En caso de duda nos escoraremos ligeramente a la izquierda.
El terreno es limpio, de fácil progreso. Buscaremos el avance por lo más sencillo para alcanzar la cresta cimera.

Si no nos desvíamos en exceso alcanzaremos la cresta y comprobaremos que ésta sigue ganando altura hacia la izquierda.
Buscamos lo más alto. La cima queda muy cercana.

Cima de Lintsusti.
El buzón montañero la denomina «Beigañe» y le adjudica 5 metros menos de los que tiene. Puede deberse al hecho de que la ladera septentrional tiene un paraje denominado «Begaña».
Hayedo maduro y desarrollado en todas direcciones. No hay vistas.
Podemos descender al collado de nuevo, pero vamos a atajar por la cresta que hemos alcanzado en los últimos metros.
Bajamos recto en dirección noroeste. Encontramos marcas (a veces solo esbozadas) de sendero.

Encontramos un senderillo transversal a nuestra dirección (poco antes de alcanzar un claro con helechal).
A la izquierda.
Bajamos con rapidez, más o menos rectilíneos, en paralelo a Uritzupeko Erreka.
El sendero pierde altura por el interior del bosque hasta que llegamos, bruscamente, al límite del mismo.

Salimos sin previo aviso, a zona despejada. El itinerario desemboca perpendicular en el camino herboso y ancho por el que circula el GR 12.
Ahora a la izquierda, descendiendo hacia Otsola.

Puerta de hierro en alambrada.
Al otro lado seguimos la pista que enseguida nos deposita en el fondo del valle de Otsola.
En pocos metros lo tenemos a nuestros pies, Paisaje idílico, recogido, con abundantes pastos, muy hermoso.

Baliza del GR 12.
Estamos en el cruce de la pista que sube de Arrarats y los caminos que marchan por el valle en diferentes direcciones.
Si necesitamos llenar la cantimplora seguiremos de frente, descendiendo hacia el río, y encontraremos fácilmente el camino que comunica con la cercana fuente de Otsola (imagen) en el caso de que neesitemos reponer la cantimplora. Si lo hacemos tendremos que regresar a esta baliza.
De lo contrario, desde la baliza, girando a la izquierda (según hemos bajado de Lintsusti) en dirección sureste, iniciamos el descenso hacia el pueblo por la pista.

Puerta de hierro.
La pista no ofrece confusión alguna. Desciende junto a la ladera izquierda del barranco, inicialmente por el bosque, después abriéndose el paisaje hacia el valle.
Cuando la pendiente se agudiza el suelo se vuelve de hormigón.

Confluimos con el camino de ida, ya muy cerca del pueblo.
Los tejados asoman un poco más abajo.

Arrarats.