Bakaiku
Por la parte oriental del pueblo sube una pista, asfaltada en su primer tramo.
Si subimos desde el centro de la localidad (Maldai Kalea) encontraremos el lavadero y la fuente (Maldaiko Iturri). En este caso, por encima, hemos de tomar un carretil que gira hacia el este (izquierda) para encontrar el cruce con el que citamos.

Cruce entre el carretil que sube recto y el que llega de Maldaiko Iturri.
Subimos (girando a la derecha si venimos de Maldaiko Iturri).

La pista pierde el asfalto y, después de superar una nave ganadera, atraviesa un paso canadiense y se bifurca. La principal sube recta, a la izquierda (por ella regresaremos), pero ahora nos vamos por la derecha.
Dejamos junto al camino un panel. Arriba, en lo alto, ya vemos los edificios de la ermita de Santa Marina.

La pista ha ido perdiendo grava y ahora es camino ancho herboso. Se bifurca y pierde anchura. Por la derecha (inicialmente sin subir, después volverá a tomar pendiente).
A partir de aquí se convierte en sendero ancho. Inicialmente toma como referencia la ermita (que se divisa en lo alto). Pronto entramos en una galería de avellanos y hayas.
0:19 - Pasamos una alambrada. El sendero se asienta. Va ganando altura en diagonal por la ladera, en el interior del hayedo.

Atravesamos una pequeña regata.
Trazamos algunas eses y seguimos ganando altura.

Cruzamos un camino más amplio.
La senda sigue ganando altura al otro lado, pero empieza a zizzaguear y a deshilacharse en múltiples opciones. Procurando tomar siempre las que mantienen la dirección, vemos en pocos metros un saliente rocoso redondeado a corta distancia (véase imagen siguiente).

El acceso al borde de la meseta se consigue a través de un terreno algo rocoso.
Enseguida vemos recortarse el edificio de la ermita contra el cielo.

A pocos metros está la alambrada que delimita el Parque Natural de Urbasa-Andia.

Puerta de hierro. Al otro lado seguimos las marcas para subir hacia los edificios.

Ermita de Santa Marina.
Son dos edificios. Uno de ellos, con forma de L, tiene un ala que sirve de establo para ganado. La otra es la ermita, que destaca por los grandes contrafuertes de piedra.
Enfrente hay otro edificio más, que sirve de refugio acondicionado para los montañeros y visitantes. Son dos los refugios, ambos muy amplios. En medio queda una especie de plazoleta herbosa.
La cima de la zona, si queremos visitarla, está señalizada unos ciento cincuenta metros al oeste, siguiendo el borde de la sierra. Con una elevación muy ligera sobre la ermita…
Se han publicado otras dos rutas parecidas a la actual:
Tximista - Santa Marina - Baiza

Cima de Santa Marina.
Hay un buzón con forma de farol, colocado por cuatro ikastolas.
Tiene una buena vista del valle, así como de la cresta de Urbasa. Se ven cercanos los «Ojos de Iruaitzeta», curiosa y espectacular formación rocosa situada hacia el este.
Volvemos hacia la ermita para continuar más allá. Bordeándola por la derecha vamos descendiendo por el límite del pinar, en sentido este, para seguir paralelos al borde, procurando perder la mínima altura.

Manteniéndonos paralelos a la alambrada, unos 50 metros al sur de la misma, ya superada la zona de la puerta de hierro, llegamos al punto más bajo y comenzamos de nuevo a remontar.
Pronto encontramos marcas, en las que el suelo herboso es sustituido por piedra suelta que aflora en abundancia.
Volvemos a subir.

Volvemos a entrar en contacto con el bosque.
Seguimos una marca de suelo irregular que gira acercándose de nuevo hacia la zona de la alambrada.

Siguiendo las marcas salimos pronto del bosque a una zona despejada en la que abundan los matorrales de brezo y los majuelos.
A la izquierda queda la elevación sobre la que los pastores de Bakaiku levantan el «Mayo» todos los años. Cerca de nosotros hay una balsa. Al fondo vemos ya el vértice geodésico de Maiza, nuestro próximo objetivo.
Acercándonos de nuevo hacia la zona de la alambrada, por el terreno más sencillo, vamos progresando.
Al final, subiendo un poco…

Cima de Baiza o Meciza.
Vértice geodésico y buzón, en forma de caseta pintada en blanco, rojo y azul.
Buena panorámica sobre la meseta de la sierra de Urbasa, además de las cimas del corredor de Sakana.
Mantenemos la dirección y descendemos hacia el este, por sendero junto a la alambrada.
Vemos muy bien, al frente, la ermita de San Adrián, en el filo del lomo de Urbasa.

Lardiko Gaina.
Es el punto donde colocan el «Mayo» los de Etxarri Aranaz.
Al lado, en el suelo, está incrustada una placa de hormigón recordando a un joven fallecido.
Seguimos descendiendo junto al borde.

Dolmen de Portugaina.
Está a la derecha del sendero.
Cerca queda el puerto de Etxarri.

Puerto de Etxarri.
Cruzando la alambrada por la puerta de hierro empezamos a descender, cambiando totalmente de sentido (ahora hacia el oeste), por camino amplio, cómodo, que enseguida se mete bajo las hayas.

Observación: unos 200 metros más al este, en la misma alambrada, podemos observar otra puerta de hierro. Es el puerto de Lizarraga, que desciende en sentido contrario hasta la localidad del valle de Ergoiena.

El cambio de ambiente es inmediato. Bajo el hayedo, descendemos rectos.

Justo donde termina por la derecha una barandilla de protección, el sendero se bifurca.
Por la derecha baja el itinerario de Etxarri Aranaz.
Nosotros vamos por el de la izquierda.
A cincuenta metros…

Otra bifurcación.
Otra vez por la izquierda. El ramal derecho también baja hacia Etxarri. El nuestro empieza ascendiendo un poco, pero enseguida marcha llano.
Durante un buen rato el sendero atraviesa una zona de cascajera, con el suelo suelto y muy inclinado.
Ahora empezamos ya a descender.
2:59 - Pasado el cascajo volvemos a terreno más firme. Pero aún pasaremos algún tramo en el que vuelve la piedra suelta.

Frente a una trona salimos a un camino herboso algo más ancho.
Mantenemos la dirección.
3:07 - 11,76 km - Encontramos otro camino herboso que llega de la derecha y seguimos, en ascenso a la izquierda. Enseguida baja de nuevo.

Encontramos una caseta de cazadores junto a una fuente que dispone hasta de su vaso de cristal colgado de un clavo.
Aquí empezamos a descender por una pista que nos va a llevar hasta Bakaiku.

Pasamos una puerta de hierro e inmediatamente se une a la nuestra otra pista que sube de la derecha.
Aumenta la anchura del vial.
Seguimos descendiendo con rapidez.
Tres minutos después salimos del bosque definitivamente y vemos Bakaiku debajo, relativamente cerca.

Llegamos a la bifurcación y el paso canadiense descritos en 0:09.
Pasamos al otro lado y desandamos lo que nos queda hasta llegar a la localidad.

Bakaiku.
Fin del itinerario.