Desde Villaveta - Billabeta, tenemos una buena panorámica de Aoiz y las sierras que lo circundan.

VILLAVETA - Comenzamos la ruta en la pequeña localidad de Villaveta, en el Valle de Lónguida.
Una pista de cemento nos baja hasta el Río Erro que lo pasamos por un puente.

ZUASTI - Antes de subir a este despoblado, habremos cruzado el antiguo trazado de la vía del tren Irati. Se distingue claramente porque aún se conservan los postes originales que electrificaban el primer tren eléctrico de la península.

Pasado Zuasti, continuamos por la pista, camino del Poche de Zuza,que corta la Sierra de Gongolaz.

ZUZA - A la entrada del poche, a la izquierda, entre la maleza, se encuentra el Caserío.
Cada año que pasa encontramos el entorno más deteriorado, el palacio más derrumbado y la iglesia …ya casi ni se distingue.

Nos adentramos en el coqueto poche.
A la izquieda, Sierra de Gongolaz, a la derecha nuestro objetivo, el castillo de Legin en el alto de Sanguibel.

Ya saliendo de la encajonada regata, en el valle de Izagaondoa, antes de llegar al cruce de Iriso, podemos apreciar unos centenarios robles.

IRISO - Llegamos a la pista que hacia la izquierda sube al pueblo de Iriso. Nosotros continuamos a la derecha.

CRUCE - Las pistas por las que transitamos, recorren todo el Valle de Izagaondoa, son pistas de concentración parcelaria, por lo que nos encontraremos con varios cruces. Seguiremos siempre a la derecha.

CRUCE - Este último cruce de pistas, hace un giro al tomarlo.
Seguimos por la pista hasta el punto donde comenzaremos a subir al castillo.
Esta pista continúa hasta el despoblado de Mendinueta.

SENDA - A la derecha de la pista, se ha colocado una placa con una breve historia del lugar .
Aquí, abandonaremos la pista y subiremos hasta el Castillo.
No hay un sendero claro, así que sólo hay que subir hasta lo más alto del montículo.
Ya casi arriba, la vegetación se hace algo más espesa, si nos adentramos en ella, podremos ver piedras, muchas piedras de derrumbes de las murallas, incluso, en algún sitio aún se puede ver restos de muros que mantienen su estructura.

Tras una subida, en algunos casos un poco tortuosa, llegamos al Castillo, Aquí encontramos otra placa informativa.

CASTILLO - La vegetación lo tapa todo, pero si subimos hasta lo más alto, podremos ver los restos de la base de la torre del homenaje.
Merece la pena adentrarse un poco para ver los restos de murallas, piedras y echar a volar la imaginación.

Descendemos hasta la pista y regresamos por el mismo recorrido a la inversa.

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