Olagüe.
Plaza de la localidad, con la fuente y una fila de plátanos de sombra que separa el cemento y el asfalto.
Nos vamos hacia el norte.

A unos cien metros, ya saliendo del pueblo, nada más pasar un paso de cebra, tomamos a la izquierda, por la calle Errotaldea; cruzamos el río Mediano por el puente y seguimos el carretil asfaltado que sale en dirección noroeste entre robles y con la proximidad de abundantes fresnos.
Hay carteles en color amarillo que indican las direcciones y distancias.

Bifurcación.
Por la izquierda, siguiendo el piso asfaltado.
Por la derecha llega pista hormigonada (por ella volveremos al final).
Seguimos junto a la regata de Zaparzan. Saucos, pinos, robles. Al fondo vemos las laderas de Arañotz, cubiertas por hayedo. Vamos subiendo con suavidad.

Por la izquierda, trazando una curva, se va el camino Kalabarta, ascendiendo hacia un repetidor de TV. Nuestro camino continúa recto y en ligero descenso por la derecha.
Hay varios caminos herbosos que se internan en el bosque hacia la izquierda. El principal sigue el borde del robledal hasta que finalmente entra en el mismo (0:14).

Nueva bifurcación.
Otra vez por la derecha. Ascendemos un poco entre helechos y giramos hacia el norte 90º mientras el otro ramal sigue recto.

Por la izquierda en ligero descenso. Otra opción es seguir unos metros para continuar un poco más arriba por camino paralelo, pero en caso de hacer esto habría que regresar, más adelante, al principal, por una zona corta pero algo abandonada.

El camino termina por ascender entre hayas y acebos hasta una pista de grava que cruza de izquierda a derecha.
Nos vamos a la derecha. Por la ladera, a medida que avanzamos, empezamos a divisar debajo el valle de Ultzama, con sus numerosos núcleos de población. Nos acercamos a Urritzola.

Urritzola.
La pista llega a la localidad junto a la fuente y el final de la carretera asfaltada.
Hermosas casas muy bien cuidadas.
Para subir hacia el monte giramos 90º a la derecha y ascendemos por una calle de intensa pendiente, dejando a la derecha la iglesia. Primero hay un fuerte repecho que al salir del pueblo hacia la izquierda disminuye en pendiente, al tiempo que finaliza el cemento. Pocos metros antes se desvia una pista hacia el cercano depósito de agua.
1:07 h - Dejamos una borda a la izquierda y seguimos ascendiendo.

Bajo una caseta olvidamos el camino que sigue de frente y giramos 180º a la derecha para seguir ascendiendo por el principal.
1:19 - Curva muy cerrada al llegar a la parte superior de la ladera. Seguimos el principal.

El camino alcanza la zona alta, más o menos llana. Cuando llegamos unos 30 metros antes de una bifurcación abandonamos la pista de grava por camino o marcas herbosas que se internan entre los árboles a la izquierda, por la zona más alta.
Conforme avanzamos el trazo se define con mayor claridad. Es terroso y va haciendo algunas curvas conforme sube suavemente entre matorral y arbolado suelto.
Dejamos a la izquierda una balsa artificial.
1:31 - Cruzamos langa en alambrada. Aparecen pinos, arces, robles…
1:39 - En ligero descenso, con la loma a la izquierda. Enseguida salimos a terreno abierto. El camino es más herboso, con abundantes enebros, espinos… y menos arbolado.

Después de pasar una langa en alambrada llegamos a la ermita de Santa Lucía de Arañotz.
La puerta y la espadaña con su pequeña campana están orientadas al oeste. Debajo, con un alero protector, hay un banco de cemento bajo la ventana.
En la parte de atrás tiene otra puerta cerrada y un cobertizo de madera con mostrador (suponemos que para la venta de bebidas durante las romerías).
Zona herbosa, ligeramente inclinada, abierta.
Seguimos la senda que nos guía, por terreno parecido, en ligero ascenso hacia la cercana…

Cima de Arañotz.
Vértice geodésico y dos buzones.
El más antiguo está formado por un soporte prismático cuadrangular, pintado de verde, con una tapa unida con cadena que pesa mucho. Fue colocado por Anaitasuna en el año 2000. El otro, con una txapela y un bastón, fue instalado por los Aitonak en 2008, rememorando el 25 aniversario de su fundación.
La cima es extendida, herbosa, rodeada de enebros, espinos y bojes.
La vista no es especialmente extensa por la cercanía de la vegetación, pero no deja de ser hermosa. Asoman las cadenas más elevadas, especialmente al oeste y al norte.
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Retrocediendo unos metros giramos 90º hacia el este-sureste (a la derecha según íbamos llegando a la cima) y buscamos senda que se va definiendo entre el matorral y pronto se muestra perfectamente clara. Inicia suave descenso que irá aumentando a medida que vayamos bajando por la ladera y nos internemos en el robledal.
2:00 h - Aparecen pinos después de pasar por un claro.

Descenso fuerte.
Pronto hay una desviación a la derecha de un camino semiabandonado. No lo tenemos en cuenta. Seguimos el principal que gira decididamente a la izquierda en dirección noroeste.
En dos minutos encontramos una pista de grava que seguimos en descenso, entre hayas, unos escasos cuarenta metros.

Enseguida hemos de tomar por la ladera de la derecha, en fuerte desnivel, una senda que baja en diagonal entre los árboles.
Pronto gira cuando nos acercamos a los terrenos de la borda Miguelenea. Después nos aproximamos a una alambrada (2:20), bajamos paralelos a la misma, a su izquierda, sin superarla hasta que pronto…

Alcanzamos camino que tomamos a la izquierda y marcha ahora otra vez en sentido norte.
Este es un cruce clave.
A partir de aquí nos acercaremos al roble de Orkin (de frente, según indica la flecha amarilla). Después regresaremos y, para marchar hacia Olagüe, tomaremos el ramal que ahora tenemos a la derecha (flecha de color rosa).
Enseguida pasamos bajo la borda anterior y recibimos un camino que llega de la izquierda.
Seguimos de frente, por el más ancho.
Pronto…

Cruce múltiple.
De la borda Miguelenea llega un camino en descenso, ancho, que gira y recibe el nuestro. Seguimos de frente, en llano o suave descenso para salir enseguida a terreno de prados, entre alambradas.
Vamos por pista con grava que al salir del bosque y desciende hacia un cruce.

Cruce con otra pista procedente de Arraitz-Orkin. Giramos a la derecha en terrenos de praderío. En esta zona se mantiene gran cantidad de arbolado suelto, diseminado, que crea un armonioso contraste con lo ondulado de los prados.
Pronto ascendemos ligeramente hacia el final de la pista.

Tres puertas de hierro dan paso a sendos prados con alambradas.
Sin abrir ninguna de ellas, un paso en forma de burladero nos permite cruzar y enfilar un pasillo estrecho entre dos alambradas que finaliza al lado del roble de Orkin.

Roble de Orkin. No sabemos si responde en propiedad al adjetivo de «milenario» que se le adjudica, pero su imponente presencia parece sugerirlo.
Una base extendida en retorcidas y poderosas nervaduras sobre el prado (véase la imagen de portada) sostiene un ejemplar majestuoso que llama la atención desde larga distancia.
Su silueta inigualable viste el prado y el paisaje de alrededor.
Esta imagen se ha obtenido en marzo, todavía a la espera de la aparición de la hoja. La de portada es veraniega. Sin embargo, en cualquier época del año, la visita resulta muy agradecida.

Ahora, para buscar el camino de Olagüe (situado hacia el sureste, es decir, en el sentido en el que nos hemos acercado hacia el roble), tenemos dos opciones.
La primera, quizás la más recomendable en estos tiempos, será el regreso hasta el punto indicado en 2:22 h (8,19 km). A partir de ahí continuaremos por las indicaciones que vamos a enumerar.

La segunda, que en el año 2005, en que publicamos la primera versión de este itinerario, podía ser más práctica y más corta, no es muy recomendable hoy, debido a la invasión de espinos y todo tipo de matorral que, a lo largo de unos 50 metros, ha cerrado el paso de lo que entonces describíamos.
No obstante, para quienes gusten de la aventura, la resumiremos en unas líneas: habría que saltar la alambrada que cierra la zona alta de este prado. No hay escalerilla ni langa a la vista, por lo que hemos de pasar con cuidado. Junto al ángulo más alejado, a la derecha de donde hemos entrado, nos desviaremos más a la derecha. Hay que buscar el paso de una regata en la zona más baja y remontar unos 100 m para encontrar el camino por el que circula el itinerario de regreso.

Hemos vuelto, saliendo del prado, retomando la pista del barrio de Orkin y girando a la izquierda al llegar al cruce en los prados.
Después de alcanzar el bosque, seguimos caminando hasta este cruce antes citado.
Por la derecha desciende el trazado de Arañotz. Por la izquierda, recto, seguimos hacia Olagüe.
Al poco rato vamos ganando algo de altura mientras contorneamos la ladera.
En cinco o seis minutos alcanzamos un punto de máxima altura y de nuevo descendemos.
3:05 h - 11,13 km - Llegamos a orillas de una pequeña regata (Aranongo Erreka) y giramos casi 180º. El camino marcha junto al cauce, en dirección sureste, y pronto cruza el agua entre piedras.
Pasamos zonas húmedas con robledal y juncáceas en el suelo.

Girando a la izquierda recibimos un camino que baja de la ladera.
Nos vemos obligados a volver a cruzar la regata y salimos al inicio de un camino ancho y más asentado que, en giro a la derecha, abandona el ambiente boscoso.

Salimos a cruce de pistas.
Ya son viales de circulación de vehículos agrícolas.
Praderas, naves ganaderas, alambradas… La carretera a lo lejos.
De frente.
Trescientos metros más adelante llega otra pista de la izquierda. Seguimos sin cambiar de dirección.

A la altura de un chalet con tapia y seto el suelo se torna hormigonado. Llega un camino de la derecha.
Seguimos recto y pronto...
Llegamos al cruce entre el camino que hemos seguido para ir a Urritzola (ahora a nuestra derecha) y el de regreso que ahora utilizamos.
El pueblo ya queda muy cercano. De frente.

Pasamos el puente y alcanzamos la calle principal que cruza Olagüe.
A la derecha, en 100 metros, finaliza nuestro recorrido en la plaza del pueblo.