Se trata de un recorrido que se inicia en una de las localidades de La Berrueza y se dirige a hacia otras localidades que en el siglo XII también pertenecían a esta unidad administrativa.
La vegetación predominante está compuesta por Carrasca (Quercus rotundifolia), Coscojar (Quercus coccifera), Boj (Buxus sempervirens), Enebro (Juniperus communis) así como la especie Quercus ilex que se manifiesta en el Encino o Encina de las tres patas.
Remontamos la Sierra de Dos hermanas por su parte más oriental y descendemos por el antiguo camino a Ancín en dirección norte. Durante el recorrido existe la opción de evitar la subida a Los Buritos y dirigirse directamente al Encino de las tres patas.
Una sucesión de cruces a los que hay que prestar bastante atención nos van acercando, en ascenso hasta la cima boscosa, marcada por una montonera de guijarros, de Los Buritos. Tanto en su ascenso como descenso la senda se desdibuja.
Antes de llegar a la ermita de Santa Coloma que da nombre al monte podemos ver el sorprendente monumento natural del Encino de las tres patas, en el término de Mendaza.
De regreso caminamos por la parte meridional de la Sierra Dos hermanas hasta alcanzar otro paso en su zona oriental que nos lleva al cruce sobre la balsa de Peñalén para finalizar el recorrido en la localidad de inicio: Piedramillera.
La encina de las Tres Patas / M. N. 2 Encino de las tres patasLa Encina de las Tres Patas de Mendaza (o Encino de las Tres Patas) es un árbol de la especie Quercus ilex situado en el término municipal de Mendaza, en el paraje llamado de La Laguna.
Debe su nombre a las tres patas o raíces (dos de ellas unidas entre sí) sobre las que se apoya. Un corrimiento de la ladera las dejó al descubierto. En su interior las tres raíces forman un hueco de 1,40 metros de altura.
Dimensiones:
Diámetro en la base: 3,41 m Diámetro a 1,30 m de altura: 2,45 m Altura total: 16 m Proyección de copa: 19 x 12 m
Está considerado como uno de los árboles más longevos de España, con una edad estimada entre los 800 y los 1.200 años. Está situado en un paraje de monte libre con más árboles a su alrededor y, en la parte más baja, se ubicaba una balsa donde antiguamente se abastecía el ganado del pueblo.
El ganado tenía la costumbre de pasar por el hueco mientras se rascaban con la corteza. También, esta encina ha sufrido varios vendavales que llegaron a ocasionar la caída de sus ramas.
En 1991, el MN 2 Encino de las tres patas fue incluida en el “Catálogo de Árboles Monumentales de Navarra” conforme al Decreto Foral 165/1991, de 25 de abril. Dos años más tarde, en 1993, el árbol presentaba un aspecto peligroso, ya que podía venirse abajo y el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, colocó dos grandes tornillos de acero que hacían que la grieta estuviera cosida.
No fue suficiente y en el año 2000, dos vecinos tuvieron la idea de colocarle como un cinturón metálico que ha hecho que el árbol se haya salvado de su caída. También, el árbol ha sido sometido a diversas podas con el fin de aligerar su peso y aprovechar la leña. Gracias a este tipo de trabajos, el Encino de las tres patas muestra un excelente estado y vitalidad, nada común en árboles de gran edad.
En 2007 obtuvo el Premio nacional al árbol más longevo en la primera edición del premio Árbol y Bosque del Año instituido por el Ministerio de Medio Ambiente y la Asociación Bosques sin Fronteras.