En la ruta
12126 Atalayas del Viejo Reino publicada anteriormente, visitábamos las antiguas fortalezas- atalayas fronterizas de Gallipienzo y Ujué. Cerca de éstas y siguiendo la línea defensiva de Navarra con el Reino de Aragón se encontraba otra fortaleza de iguales características, Peña.
En esta ruta conoceremos las ruinas de este antiguo emplazamiento. En contraposición a la antigüedad de estas localidades también conoceremos algunos de los pueblos más ``jóvenes´´ de Navarra, Gabarderal y San isidro del Pinar, pueblos de colonización creados en las décadas de 1950 - 60 surgidos con los nuevos regadíos del Canal de las Bardenas. En esta época se fundaron 15 nuevos pueblos, cinco en Navarra, Gabarderal, Boyeral, Figarol, Rada y San Isidro del Pinar, y 10 en Aragón, Alera, Bardena, Camporreal, El Bayo, Pinsoro, Sabinar, Sancho Abarca, Santa Anastasia, Santa Engracia y Valareña, que acogieron a 1.267 familias que en muchos casos procedían de los pueblos que quedaron deshabitados en la Canal de Berdún como el caso del pueblo de colonización de El Bayo, al que tuvieron que emigrar muchas familias de Tiermas.
Comenzaremos nuestro recorrido en Cáseda, localidad situada cerca de Sangüesa, siguiendo la orilla del Aragón descenderemos hacia Carcastillo y sin llegar a esa localidad nos desviaremos a San Isidro del Pinar. Desde aquí, ascenderemos a la sierra de Peña, se trata de una alineación montañosa que se extiende desde Gallipienzo hasta las cercanías de Sos del Rey Católico en Aragón. Predomina el encinar o carrascal junto con robles, quejigos y chopos en los barrancos y bojes, enebros y sabinas en los sotobosques. En esta sierra se encuentra el despoblado de Peña, desde este emplazamiento iniciaremos un descenso hasta Gabarderal, y de aquí regresar a Cáseda.
Un poco de historia...
El despoblado de Peña debió ser ya en la Alta Edad Media un baluarte importante en la defensa y ataque frente a los musulmanes en los repliegues prepirenaicos que marcaban la frontera. Incluido por un tiempo en el Reino de Aragón, fue entregado junto con Petilla, Escó y Gallur a Sancho VII el Fuerte en 1209 como prenda de los 20.000 morabetines que había prestado el rey navarro a Pedro II de Aragón. A partir de entonces, fue un enclave importante de vigilancia en la línea fronteriza de castillos que separaba y defendía el Reino de Navarra del de Aragón, mandado derribar por Fernando II el Católico en el siglo XVI (a partir de 1512).