Alto de Lizarrusti.

Iniciamos la etapa desde el aparcamiento que hay junto a la casa de Mikeletes, en el mismo alto del puerto.

Volvemos hacia la muga provincial y comenzamos a descender en dirección a Etxarri - Arbizu.

Dejamos enseguida a la izquierda el ramal de la GR-12 que llega de Etxegarate (ver la etapa correspondiente).

A escasos 50 metros, a la izquierda, continúan las marcas, junto con las de la GR-121 (Vuelta a Gipuzkoa), desviándose hacia una borda en alto (con giro de 180º en la dirección).

Sin embargo vamos a seguir aquí por el itinerario que está descrito en las topoguías publicadas. Actualmente este camino carece de señales, pero es relativamente fácil de seguir hasta su confluencia cerca de Igaratza. En el futuro contaremos la variante de la etapa por su actual recorrido.

Así, olvidando las marcas, hemos de descender unos 400 metros hasta llegar a la antigua fábrica de Elkorri.

En la curva cerrada donde están las ruinas de la antigua fábrica, una vez superada, hay una senda que sube en pocos metros a buscar el camino que hemos de seguir. Pero esta senda puede estar cerrada por espinos y matorrales. Seguimos carretera abajo.

Unos cien metros más abajo encontraremos el arranque del camino, girando y volviendo a tomar dirección norte.

El camino comienza a subir de inmediato, deja las ruinas a la izquierda y asciende por la ladera, con el barranco a la izquierda, en medio de un robledal.

Pronto pasamos una zona abierta sobre las ruinas de la fábrica citada. Una antigua puerta de hierro cerraba el camino. Ahora están en el suelo hasta los pilones de hormigón sobre los que se asentaba.

A medida que ascendemos el roble se mezcla con el haya.

Bifurcación. Por la derecha, por lo más empinado.
Siete minutos después giramos bruscamente y continuamos el ascenso.

Puerta de hierro.

Por la izquierda tenemos paso estrecho que nos ahorra tener que abrir y cerrar la cancela.

Inmediatamente hay una bifurcación. Seguimos rectos, en ascenso (como hasta ahora), por la derecha.

Aparecen algunos cairns indicadores en el margen derecho del camino.

Una alambrada va, paralela, a la derecha. Seis minutos después nos apartamos de la misma en diagonal.

La pendiente disminuye. Hace un descanso en una zona algo más clara en el bosque.

Cinco minutos después...

Una senda sigue ascendiendo por el arbolado a la derecha, hacia la cima de Puttarri.

La GR-12 sigue adelante por el camino más ancho y casi en llano. Incluso desciende un poco para volver a ascender.

Alcanzamos la cabecera del barranco que llevábamos a la izquierda. La pendiente ha cedido. El camino asciende ahora por zona ondulada, con ligeras ascensiones, dolinas, zonas despejadas y otras cubiertas por hayedo.

Así llegamos a un collado (imagen). A pocos metros, a la derecha, entre las hayas, hay un mojón de término en la ladera de Puttarri.

Descendemos ligeramente hacia la izquierda, a media ladera pero no mucho, y en llano de nuevo salimos a otro collado entre dos grandes dolinas.

Collado. Por la izquierda llegan las marcas actuales de la GR-12. A la izquierda un haya solitaria. A la derecha una gran dolina.

Si nos damos la vuelta divisamos al sur la rocosa cima de Puttarri, dominando la zona desde la que llegamos.

Manteniendo la dirección norte seguimos las marcas blancas y rojas. Descendemos por prados con suaves desniveles.

Entre dolinas encontramos las ruinas de varias bordas. Las primeras están sobre un collado. Hemos de fijarnos bien (véase foto).

Si buscamos entre la barrera de rocas que afloran por el karst al norte de esta primera borda ruinosa, unos 30 m a la izquierda veremos la marca roja, algo borrosa, indicando el pasillo por el que marcha la senda de la GR. Si nos despistamos podemos irnos demasiado hacia el este.

Nos metemos por una especie de desfiladero-laberinto karstico durante unos metros. Después salimos a otra zona de praderío, con un mojón algo a la izquierda.

Torciendo algo a la derecha desciende la senda por una zona más deprimida, con la cresta sobre nosotros. Vamos dentro del arbolado por suelo irregular, pedregoso.

A medida que avanzamos la senda deja de descender y pronto damos vista a las edificaciones y refugios de Igaratza. Nos acercamos a ellos saliendo de esta zona de bosque por camino al que se une otra senda que viene de la derecha, por encima de nosotros.

Al salir a terreno abierto una hermosa vista se abre hacia el Oeste, sobre la zona occidental de la sierra de Aralar.

Albergue refugio de Igaratza.

Son varias edificaciones. Hay una ermita, una fuente y una zona de prados alrededor. Numerosos fresnos aportan su hermosa sombra en verano al lugar.

Después de atravesar toda la zona (y de parar, si lo deseamos, a almorzar), encontramos una pista ancha que efectua un giro en descenso de derecha a izquierda. Tomamos en ascenso a la derecha.

Conforme ascendemos vamos dominando las cimas de las Malloas, que cierran por el Norte nuestro horizonte. Sobre ellas destaca relativamente cercana la de Irumugarrieta.

Cuando la pista enfila recta en fuerte ascenso hacia el este, un camino herboso se desvía hacia el norte, apenas dibujado en el prado. Nos permite atajar unos metros antes de encontrar el camino que llega desde Guardetxe hacia Trikuarri.

Así giramos a la izquierda por este camino y por lo más alto nos dirigimos en suave descenso hacia el collado.

Las ondulaciones nos llevan a este punto, límite entre Navarra y Gipuzkoa.

Trikuarri.

Collado y dolmen del mismo nombre (éste un poco al norte). Más al norte queda la cima de Irumugarrieta. Al este desciende el camino de la GR-12 (al fondo, con buena visibilidad, se ve el Pirineo). Se aprecia la cima de Beloki separada de la cadena de las Malloas.

Al oeste desciende otro itinerario hacia Gipuzkoa.

Descendemos por lo tanto por las rodadas hacia el este, y seguimos el camino que baja y sube con suavidad y luego sigue por la base de las laderas herbosas.

A la derecha, en un pequeño altozano, quedan los dólmenes de Obioneta Norte y Obioneta Sur.

Seguimos por el camino, que es claro y sencillo de seguir.

2:33 - (8,87 km) A la derecha hay un aska.

A la derecha, debajo del camino, quedan unos cuantos sumideros (Unako putsua), hermoso ejemplo de lo que ocurre con el karst de Aralar. En momentos de suficiente aporte hídrico el agua corre por cauces retorcidos y muy cortos, que vierten sus aguas al interior de la tierra, donde se pierde en la estructura caliza de la misma.

Cruce de rodadas. Tomamos por la derecha. El camino que sigue recto se aleja de Beloki, a cuyas laderas nos vamos a acercar.

Nuestro ramal comienza a ascender y trazar alguna curva.

Al llegar a la loma que une Txemiñe y Beloki, el camino gira 90º y se dirige hacia el este, para pasar por la ladera norte de Beloki. Queda a la derecha la depresión y el paso de Urdangoene, por el que saldríamos a la zona del dolmen de Albi pasando por la borda de Bustintza. Desechamos, por lo tanto, los ramales que toman a la derecha en dirección sur.

A medida que tomamos la ladera en su parte más alta vamos viendo asomar la mole rocosa y piramidal de Tutturre y las alturas de Zubizelaigaña, Alborta y Arriolatz, que son las peñas más orientales de las Malloas.

Alcanzamos la zona más elevada. Iniciamos sensible descenso. Estamos sobre el circo de Etzantza.

Por entre las cimas de Malloas vemos, más allá del valle de Larraun, la línea de molinos de Kornieta, sobre el alto de Ezkurra.

A la derecha queda la ladera de Beloki, colonizada por un bosque de pino silvestre.

A la izquierda se va después un camino hacia las bordas de Olatxiki. Seguimos en descenso...

Se estrecha el paisaje y comenzamos a descender por un pequeño desfiladero donde el camino se hace pista cementada.

Cinco minutos después termina el cemento al reducirse la pendiente. La pista de tierra sigue.

Nos internamos en el bosque, con abundancia de acebos, espino blanco y zarzas.

Esta pista, de seguirla hasta el final, desemboca en la carretera del Santuario, en el Km. 9,75.

A la izquierda, algo más bajo que el camino, hay un rellano con un aska de cuatro recipientes alineados. Tiene grifo del que se puede tomar agua potable.

Semioculta por los espinos, más allá del aska, hay una senda que hemos de tomar para descender por la regata que baja entre el arbolado (flecha en la imagen).

Pronto el camino se define con claridad.

A los cinco minutos tenemos que pasar una alambrada por una langa.

La senda desciende a la izquierda de la regata.

Caminamos inmersos bajo un hayedo maduro y desarrollado. El descenso es suave pero continuo.

3:41 - Otro aska queda a la derecha del camino.

Ahora el itinerario es en llano, más o menos recto, con alambrada a la derecha.

3:49 - Giramos a la derecha y ascendemos un poco.

3:53 (Imagen) - Otro aska queda junto al camino, al que se une otro que viene por la derecha.

Se amplia la caja del camino. El piso se hace herboso.

Más adelante seguimos otra alambrada. El camino gana en anchura y firme.

Pasamos puerta de hierro.

Zona abierta. En descenso, la pista gira cambiando de dirección.

Cuatro minutos después volvemos a estar bajo arbolado y descendemos algo. De nuevo en zona abierta, y con alambrada a la izquierda, tenemos las laderas de Akier a la vista, a la derecha.

Desembocamos en la carretera del Santuario tras cruzar otra puerta de hierro en una alambrada.

A la altura de este punto está la señal del km 6.

Nos vamos a la izquierda, descendiendo en dirección a Baraibar.

Seguiremos el asfalto durante 1 km casi exacto.

Unos 40 metros antes de la placa del km 5 hay una escalerilla que supera una alambrada por la derecha de la carretera. Pasamos al otro lado.

Bajamos y cruzamos otra alambrada por otra escalera.

De inmediato tomamos una senda, algo cerrada, que baja a la izquierda entre árboles para enlazar con otras sendas más anchas.

Algunas flechas de color amarillo (un PR) coinciden con nuestro itinerario.

Vemos entre los árboles una gran borda recientemente rehabilitada. Vamos a pasar junto a ella.
Robles americanos y del país se entremezclan en el bosque.

Enseguida salimos a camino ancho que tomamos a la izquierda en ligero ascenso. A la derecha vemos las paredes del nacedero de Iribas.

Sobre la borda el camino desemboca en una pista ancha que nos va a conducir hasta la localidad de Iribas.

Encontramos otra pista. Por la izquierda.

En el mismo cruce hay dos pequeñas balizas, bajas, que indican varios recorridos. Y entre otros señalan en color amarillo y blanco la GR-12 en el sentido contrario al nuestro.

Cinco minutos después otra pista que viene en ascenso se nos une por la derecha. Seguimos sin cambiar la dirección.

Localidad de Iribas.

Cruzamos entre su hermoso y recio caserío hacia el lado contrario de la localidad.

Llegamos así a un cruce donde, como una pequeña rotonda, con una piedra de molino sobre el centro, se desvían varias calles.

Seguimos al frente, para salir enseguida a la zona donde llega la carretera que viene de Lekunberri. Torcemos a la derecha y seguimos por el asfalto.

Al llegar a la primera curva a la izquierda, donde quedan atrás todas las casas de la localidad, un camino se va cuesta abajo por la derecha. En el arranque hay dos balizas. Una de ellas indica a «Basakaitz - 2º nacedero del Larraun».

Cuesta abajo, trazando alguna curva cerrada, descendemos con rapidez para buscar la orilla del río.

Una baliza de metal indica en una curva las direcciones de Iribas y Lekunberri.

Tomamos el camino herboso que sale de esta curva en llano, en la dirección «Lekunberri».

Avanzamos cerca de la orilla, con suelo de hierba, entre generosa vegetación, lo que no impide que circulemos con comodidad.

Ya junto a la orilla la anchura disminuye y se convierte en senda. Pronto cruzamos un escorte que da paso a un prado donde la senda se difumina.

No obstante, al otro lado, en una alambrada, que cierra el paso podemos ver las marcas de continuación de color amarillo. Alguien ha intentado cerrar el camino colocando alambre allí donde estaba la puerta que permite seguir por la senda. Pero ha sido cortado y podemos continuar.

Sigue una senda, bastante abandonada pero transitable, que durante un rato marcha entre la vegetación del soto de ribera.

Empalizada. Una escalerilla nos facilita el cruce al otro lado.

Más allá se extiende un prado, con unos abetos rojos en la parte de arriba rodeados de alambrada. Vamos hacia ellos y bordeamos la alambrada por la parte de abajo, por senda que sigue en dirección norte, ahora alejada unos metros de la orilla. Hay una bañera con tubo de agua junto a la valla.

Ya a la vista tenemos, muy cercanos, el puente, el molino y la presa de Iribas.

Cruzamos así la zona, bastante húmeda. Después de ver la presa, junto a nosotros, subimos hacia la izquierda para salir del prado por un escorte que da a la carretera.

Una vez en ella descendemos unos metros hasta el cruce.

Cruce de carreteras. A la derecha marcha la que comunica con Allí, Osteritz, Astiz, Madotz...

A la izquierda nos vamos, por el arcén, en dirección a Lekunberri.

El siguiente cruce está muy cercano.

Cruce con la carretera que de Lekunberri sube al Santuario de Aralar y pasa por Baraibar.

A la derecha, en dirección a Lekunberri.

Unos 60 metros más allá pasa una línea eléctrica sobre la carretera.

Bajo la misma, a la izquierda, arranca una pista (ver flecha en la foto) que tomamos y que enseguida se mete entre arbolado.

La pista sube entre dos filas de robles. Algunos están fuertemente colonizados por la hiedra.

Después de un rato alcanzamos un cambio de rasante y comenzamos a descender con Lekunberri ya cercano y a la vista. Aumenta la anchura de pista.

Llega otra pista en descenso por la izquierda y girando a la derecha pasamos un puentecillo de dos ojos sobre una regata. Así llegamos a terreno urbanizado y nos metemos entre los chalets (la mayoría en construcción) de esta zona de Lekunberri.

Seguimos rectos por la calle que nos acerca a la travesía de la localidad.

Al llegar a ella pasamos al otro lado y nos internamos por el casco antiguo de Lekunberri.

En el centro de la localidad, junto al ayuntamiento, terminamos esta etapa de la GR-12.