Iltzarbe.
La calle central (eje del pueblo), gana altura para asomar a una pista que se dirige al monte.
En principio vamos a dejarnos guiar por las señales amarillas y blancas de un PR.

El suelo de hormigón termina. Sigue la pista de grava.
Las balizas del PR-NA 170 indican la Vuelta a Val de Ollo. Seguimos ganando altura.
A nuestros pies queda el valle. Enfrente se levanta la pirámide de Txurregi.
0:06 - Dejamos el cementerio atrás.
Pocos metros después un camino herboso se va a la izquierda. Mantenemos la pista principal (ramal derecho).
Pronto hay una bifurcación en Y. Por la izquierda, siguiendo la indicación de la baliza del PR.

El PR-NA 170, cuyas marcas hemos seguido hasta aquí, se desvía por un sendero que se mete en el arbolado de la izquierda.
Dejaremos de ver las señales, pues ahora continuamos subiendo por la pista.
0:17 - En una zona más llana atravesamos un paso canadiense. Incluso descenderemos unos metros, cinco minutos después, cuando marchamos ya pegados a la ladera de Txurregi.

Después de atravesar una puerta en una alambrada, cerca de la borda de Tomás, volvemos a remontar.
Vemos al fondo la silueta de Gaztelu.
A la derecha vamos dejando atrás las bordas de Gartxorena e Iturrikoa (en ruinas).
Asomamos al anfiteatro formado por las laderas de Txurregi y Gaztelu. A la izquierda encontramos cascajeras.

En el momento en el que desaparece el arbolado de la izquierda hay un conjunto de sendas que se entrelazan y suben hacia ese lado.
Dos cairns indican el punto exacto donde conviene abandonar la pista para empezar a remontar e iniciar el acercamiento al collado.
La senda trazas numerosas eses, pero no provoca muchas dudas.

Collado de «Las tres Mugas». Al otro lado queda Arakil.
A la izquierda nos espera el fuerte desnivel que nos separa de la cresta de Txurregi.
A la derecha, también, tenemos las laderas de Gaztelu esperándonos.
Girando a la izquierda comenzamos a remontar, en principio suavemente, por pendiente herbosa, siguiendo sendas cercanas a la alambrada.

Ahora llega la pendiente más exigente.
La alambrada sube recta hacia la cresta.
Entre las cuatro líneas paralelas de alambres hay una que carece de púas y permite agarrarse, en días de hielo y nieve.
Hay que tomar con calma la ascensión.

Alcanzamos la cresta.
Pasamos la alambrada. La cima queda a la derecha, con un desnivel escaso.
El tramo final permite recuperar el resuello.

Cima de Txurregi.
Pedregosa, afilada. Es el extremo oriental de la sierra de Satrustegi, que enlaza casi en línea recta con Beriain.
Actualmente hay un buzón en forma de pequeña caseta. Cerca queda el vástago metálico de otro más antiguo, curiosamente utilizado por una hilera de piedras engastadas en el mismo. Un astronauta descabezado se sienta a su lado.
La vista sobre la zona es completa, con Arakil a nuestros pies y la sierra de Aralar al otro lado.
Debajo tenemos el collado de donde hemos subido y más allá la profunda herida de la cantera de Oskia. La cuenca de Pamplona, hacia el sur, y líneas de cumbres en todos los sentidos.
Volvemos ahora hasta el collado de Las Tres Mugas.

Otra vez en el collado.
Ascendemos ahora hacia el nordeste, para visitar Gaztelu.
La pendiente es más suave y nos acerca a un rellano…

Aska.
Poco más arriba balsa artificial que la alimenta. Rodeando por la derecha vamos ganando altura.
El sendero pedregoso nos guía sin mayor problema.
Ya junto a la cima encontramos una pequeña elevación a la derecha y otra a la izquierda. Es la de la izquierda, con las ruinas del viejo castillo.

Cima de Gaztelu.
Los restos del viejo torreón que aquí se levantó sirven de parapeto-refugio contra los vientos habituales de las alturas.
Excelente vista, parecida a la de Txurregi, y mejorada en su dominio de la zona de Bizkai, que queda enfrente, algo más baja. Y, lógicamente, desde la distancia, dominamos mejor la sierra de Satrustegi.

El buzón, colocado por el Club Natación de Pamplona, reproduce la silueta de los dos montes unidos por el collado, con la base pintada en azul.
El regreso se realiza por el mismo camino de ida.

Otra vez en el collado.
Girando a la izquierda seguimos las sendas que bajan a buscar la pista.
Al fondo tenemos la Cuenca de Pamplona.

Otra vez la pista.
Descendiendo entre las carrascas…

Otra vez en Iltzarbe.