Plano de la Casa (Linza). Partimos desde el albergue municipal de Ansó, que ofrece literas, cocina y comidas.
Amplio aparcamiento, al final de la pista que llega desde Zuriza. Mirando desde este aparcamiento hacia el albergue, una amplia pendiente herbosa sube hacia el este más allá del arroyo que baja junto al edificio.
Tras superarlo por puentecillo con barandilla iniciamos el ascenso por trazas de sendas marcadas en la hierba. Algunos tramos están algo erosionados y aflora la roca.
La pendiente es bastante fuerte y entramos instantáneamente en calor.

Pequeño descansillo. Si volvemos la vista atrás vemos allá abajo todavía el albergue.
Seguimos en ascenso algo más suave que unos minutos después, por unos instantes, se vuelve llano.
En cinco minutos nos acercamos a la ladera y girando ligeramente a la derecha, el camino sigue en ascenso. Poco a poco pasa de herboso a pedregoso y se ajusta a la falda del monte.

Giro a la izquierda tras un contrafuerte. Por la derecha la pendiente se ha vuelto casi vertical.
Tras el giro se oculta el valle a nuestras espaldas. La ascensión ahora es más suave, y se ajusta a las curvas de la ladera.

Tras descender unos metros llegamos a la fuente de Linza.
En realidad es la confluencia de varios cursos de agua. Uno baja de la vaguada de la izquierda, un bonito y ondulado rincón herboso; otro viene de frente, tras varios saltos en la ladera.
Aquí se separa a la derecha el camino que marcha hacia el collado de Petrechema, y que es una de las rutas habituales para ascender a esta cima.
Nosotros atravesamos el cauce, seguimos de frente unos metros y giramos a la derecha para iniciar de nuevo el ascenso.

Zona descarnada y con pendiente. Piedras sueltas. Haciendo zig-zags subimos por un entrelazado de sendas que nos obligan a atacar de frente la ladera durante unos cuantos metros.
La piedra suelta y algunos pequeños cauces de agua en épocas húmedas nos hacen más costosa la subida hasta...

Llegamos a un punto o rincón donde se levanta una pared de roca vertical (no más de 3 ó 4 metros) que nos obliga a subir en diagonal, atravesando el suelo de piedra durante unos metros hacia la derecha. Un cairn nos indica la dirección correcta. Salimos de nuevo a un camino herboso y semejante al que llevábamos anteriormente.
A partir de este punto la dirección Este es constante hasta el collado de Linza. Seguimos faldeando por terrenos herbosos en casi todos los casos. A veces, para vadear algún arroyo, hemos de descender un poco, pero casi siempre el camino es ascendente.

Collado de Linza.
Encrucijada donde confluyen itinerarios a múltiples cimas y senderos.
Vemos al frente las cimas de Petrechema, Mouscaté, La Mesa y Tabla de los Tres Reyes, Budogia... La Pakiza queda ahora a nuestra izquierda, oculta por las lomas que tenemos más cercanas.
Descendemos suavemente, siguiendo el sendero al frente, en dirección a la Hoya de la Solana.
Tres minutos después hay una desviación a la izquierda que ignoramos.

El itinerario marcha claramente hacia un vallecito transversal que desciende de Oeste a Este. En la ladera de enfrente, abajo a la derecha, se encuentra la fuente de la Solana.
Sobre ella hay una especie de barrera rocosa de escasos metros de altura que se extiende de oeste a este, no excesivamente alta y bastante irregular.
Procurando descender lo menos posible nos vamos a la izquierda en dirección a la cabecera de este barranco.

Lo cruzamos por lo más cómodo.
En el cauce, en un lugar donde se ven restos de dos medios bidones que en su día sirvieron de recipientes de agua, hay una goma que nos permite surtir nuestra cantimplora.
Posición GPS de esta fuente: UTMX:682597, UTMY:4753455
Buscamos el punto donde se une la barrera rocosa a la falda de La Pakiza, y donde una serie de sendas la hacen muy sencilla de superar.
Después ascendemos por la fuerte pendiente herbosa, procurando desviarnos hacia el norte (a la derecha) a medida que ascendemos.

En nuestra derivación a la derecha, tras superar una loma, vemos la verdadera cima, que está más alejada y unida a la que nos lo parecía por un pequeño collado.
Subimos hacia éste. Dejamos a nuestra izquierda, junto a la senda, dos pequeñas bocas de simas.

Collado. Atacamos el último repecho por lo más fácil. Suelo mezcla de hierba y gravilla suelta. Detrás dejamos una barra metálica con una baliza amarilla cuya función desconocemos.

Cima de La Pakiza.
Por su altitud y su situación estratégica, a caballo entre Belagua y Zuriza, es un excelente balcón para contemplar todas las cimas y valles de alrededor.
Bajo ella, mil metros más abajo, tenemos el rincón de Artaparreta y el valle de Belagua. Se ve perfectamente a la derecha, en las laderas de Lakora, el refugio Ángel Olorón, el cuartel militar, la venta de Juan Pito y la carretera.
Al sur vemos a vista de pájaro el Plano de la Casa. Podemos ver incluso los vehículos aparcados.
Y alrededor todas las cimas: Lakora, Arlas, Budogia, Anie, La Mesa, Petrechema, Atxerito, Chinebral, los Alanos, Peña Forca, Espelunga, Peña Ezkaurre, Txamantxoia, Lakartxela... Por no citar otras más alejadas, como el Midi d'Osseau, Ori, la Higa de Monreal, etc.
El buzón, en forma de caserío, resulta muy colorido, y destaca poderosamente.