Esta ruta nos lleva por el
valle de Guesalaz, partiendo de la localidad de
Salinas de Oro.A los habitantes de Salinas de Oro se les llama Salineros .
Accederemos a esta localidad desde Pamplona por la carretera local NA-700 que une Pamplona con Salinas de Oro a través del puerto de Etxauri.
El paseo discurre alrededor del monte de Oro, entre el
Diapiro de Salinas de Oro que culmina en el espolón de
Esparaz de 1.020 mt de altura.
La excursión comienza a la entrada de la localidad de salinas de Oro, junto al antiguo lavadero.
Seguiremos por la carretera principal y cogeremos la primera calle que a mano izquierda desciende hacia el río Salado, el cual cruzaremos por el puente medieval. Cogeremos la pista que a nuestra derecha va por la margen izquierda del río, y después de pasar una puerta de hierro, cogeremos hacia nuestra izquierda a unos 50 mt, por una senda que sube dirección sur-oeste hacia la Ermita de San Jerónimo.
El camino es claro, una vez en la Ermita , cogeremos una senda detrás de ella que en dirección sur-este va ascendiendo hasta el collado entre la Peña Grande y el monte Esparaz.
Desde aquí que es el punto más alto descenderemos entre la peña Grande y la Chiquita de nuevo al punto de inicio por la zona denominada La Mina, y por el camino de la peña Grande.
Tendremos especial cuidado de descender en la parte inicial hasta encontrar el claro camino por la margen izquierda del barranco.
En la foto superior podemos ver a la izquierda la Peña Grande y a la derecha la peña Chiquita, que forman parte del Diapiro de Salinas de Oro.
Al finalizar el recorrido podremos visitar las antiguas salinas que existen a la entrada del pueblo en dirección a Pamplona, que nos permite entender el proceso de extracción de la sal.
Sabías que … La Ermita que visitamos en nuestro recorrido la de San Jerónimo, "conserva la casa del ermitaño.
Era abadía rural de patronato señorial y tuvo ermitaño famoso. En S. Jerónimo se veneraba "una piedra engastada en plata, que se dice ser la misma con que el santo hería su pecho en el fervor de su penitencia. El duque de Granada tiene puesta por cabeza de mayorazgo esta reliquia y nombra un abad rural, que es santuario de mucha devoción y concurrido, en especial por los que padecen flujo”, dice el DGH.
En 1664 era ermitaño fray Joseph de Lefebre y Borbón, personaje que podría descender por línea bastarda del tronco real. En 1669, andaba por Cirauqui pidiendo limosna y sufrió la agresión de un exermitaño de S. Jerónimo y de Sta. Lucia de Salinas de Pamplona, de las que fue expulsado por su conducta. Ya era general de todos los ermitaños navarros cuando en 1673 denunció ante los tribunales el testamento de la señora de los palacios de Salinas de Oro, D Catalina de Goñi y Peralta. La señora, presa de la enfermedad que acabo con ella, se hizo Ilevar a casa la piedra de S. Jerónimo, que Lefebre había engastado en plata. En lugar de devolverla, la agregó al mayorazgo y ordenó que se conservara en Ia capilla del palacio. La sentencia obligo a los herederos a reintegrar piedra a la ermita.
En 1674 Lefebre y Borbón se querelló contra Martín de Ardáiz, por haberse apropiado de dos piezas de Ia ermita y de Ia pila bautismal, que el padre de Martín se había Ilevado y hacia las veces de abrevadero para el ganado. Salieron a la causa los Goñi, que sostenían la propiedad palaciana de las piezas.
En 1701 los Goñi denuncian a Lefebre y Borbón, porque no vive en S. Jerónimo, sino en Pamplona, y así se entibia la devoción hacia la ermita. Además, Lefebre había arrendado a Miguel de Iturbide, presbítero de Salinas, el derecho de demandar limosna por las eras. Lefebre murió el 3 de abril de 1705. Ia piedra de S. Jerónimo desapareció hace mucho."
Extracto sacado del libro Ermitas de Navarra publicado por la Caja de Ahorros de Navarra.