PLAZA DE LOS FUEROS - Comenzamos el recorrido en la céntrica plaza de los Fueros. Nos dirigimos al noroeste por la calle Caralogroño

Al llegar al cruce con la calle Vista Bella, continuamos por esta última a la derecha.

Esta calle, sin perder la dirección nos lleva a encontrarnos con la carretera NA-134, la cruzamos, y seguimos ya fuera del núcleo urbano entre naves y campos de cultivo.

"La pista deja unas naves a la izquierda, y termina en otra pista perpendicular, continuamos a la derecha."

Llegamos a otro cruce. Encontramos un panel del sendero SL-NA 199, nos indica a la izquierda, lo seguimos. El camino pierde un poco la trazada y termina en un pequeño escalón para bajar a la carretera que circunvala la localidad. Seguramente, esta circunvalación es posterior a la señalización del sendero, por lo que está un poco desfasado. Cruzamos la carretera y subimos al otro lado para recuperar la pista.

Al otro lado, nos encontramos una amplia pista, (Camino de Tajuberas), entre campos de cultivo: espárragos, viñas, olivos, cereal, todo cultivos de secano, pero a los que podemos apreciar se les ha dotado de regadío de goteo.
Nos encontramos en la parte alta del recorrido, donde predominan los cultivos mediterráneos, y en las partes no cultivadas especies adaptadas a la sequedad estival: espliego, tomillo, romero, coscoja…
A la derecha, en los pequeños promontorios, podemos ver masas de pino carrasco.
La fauna en este entorno es la típica de las zonas esteparias mediterráneas: liebres, conejos, zorros, víbora áspid, águila culebrera, lagartos…

Al llegar a este punto, (término de Las Calabazas) después de una larga recta, cambiamos de dirección, giramos a la izquierda, para poco a poco ir descendiendo hacia la orilla del Ebro.

Descendemos por la pista, atravesamos otra que es el Camino de Viana a Mendavia, y pasamos por encima del Canal de Mendavia que toma sus aguas del Ebro, aguas arriba después de pasar Logroño.

"Cruzamos la carretera NA-134 eje del Ebro, y seguimos de frente."

Llegamos a la orilla del Ebro. Para adentrarnos en sus sotos, cogemos la pista de abajo, la que se dirige a las choperas.

EL PONTÓN - Lo primero que nos encontramos son las compuertas del canal del río nuevo, que poco más arriba coge sus aguas del Ebro.

SOTO DE MAGACHA - El paisaje cambia drásticamente en comparación con lo que hemos visto en la otra parte del recorrido. Nos sumergimos en los sotos, eso sí, muy degradados, ya que han sido reconvertidos en choperas. Aun así, aún quedan zonas con auténticos bosques ribereños, típicos de los grandes ríos chopos, fresnos, carrizos, álamos, etc.)

Aunque dada la abundancia de vegetación, aún no podemos ver las aguas del Ebro, a no ser que nos adentremos en la maleza. Seguiremos por la orilla dirigiéndonos a la izquierda.

El Ebro es algo más que un recurso económico, es un recurso también naturalístico y de ocio. Los sotos que pueblan las orillas son con frecuencia refugios de aves (ruiseñor, zarcero común, abejarucos, autillo, milanos…) y otra fauna menor. Y ya en las aguas del río (barbos, carpas, culebras de collar..)

A lo largo de la orilla, en los sotos, nos iremos encontrando pequeñas cabañas de ocio, como la que encontramos en este punto.
A partir de esta cabaña, el sendero se desdibuja un poco por la abundante vegetación que come el camino. Sin perder la dirección, en 200 m encontramos una clara pista.

En la pista encontramos la señalizacion que nos indica que estamos en el Camino Natural del Ebro, el GR 99, que recorre el río Ebro de principio a fín a lo largo de la península. Su longitud es 1.287,32 kilómetros y atraviesa en 42 etapas las Comunidades Autónomas de Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña.

Continuamos siguiendo el trazado de este camino hacia la derecha.

La pista nos deja ver ahora si, las aguas del Ebro. En la otra orilla, la comunidad autónoma de La Rioja, el Ebro hace de limite natural entre provincias.

Este Río es el segundo más largo (930 km) y caudaloso de la Península Ibérica, por detrás del Tajo y por delante del Duero. Discurre enteramente por España y recorre el extremo nororiental de la Península Ibérica. Sigue una dirección noroeste-sureste, desde los Picos de Europa, hasta el Mar Mediterráneo, donde desemboca formando el Delta del Ebro.

En este punto, deberemos de estar atentos, nos encontramos con dos pistas, seguiremos por la de la izquierda, ya que la que se adentra en el soto más cerca de la orilla, muere poco más adelante y seguir por ella es prácticamente imposible.

DEPURADORA - Sin dejar la pista, llegamos a la depuradora de Mendavia, que limpia las aguas residuales antes de verterlas al río.

Poco más adelante de pasar por la depuradora, abandonamos el GR 99 y nos desviamos a la izquierda, para subir dirección a la localidad.

A la derecha, continúa otro recorrido con el que hemos compartido este último tramo, El Soto de la Barca

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ERMITA DE LEGARDA - Antes de llegar a Mendavia, pasamos junto a esta Ermita que representa uno de los ejemplos más importantes de las construcciones del siglo XIII navarro.


``En 1468, estando cautivo en Argel, Tomás Ramírez, de Lodosa, pedía a la Virgen de Legarda su liberación rezándole todos los días. El moro Zualí que lo tenía preso, lo ató con cadenas y encerrándolo en un arca se puso sobre ella.
Las oraciones de Tomás a la Virgen, hicieron que en una sola noche, el arca que encerraba al preso, junto con el moro, subiese del mar y por el Ebro hasta llegar a Legarda. Al descender el moro del arca, las campanas se pusieron a tocar solas y los pueblos de Lodosa, Mues y Mendavia, avisadas por su son, llegaron a la ermita a recibir al preso. Ante el hecho tan prodigioso, Tomás quedó libre y Zualí, arrepentido, se bautizó.
Los tres pueblos hicieron promesa de acudir en peregrinación a Legarda, mientras el mundo sea mundo, el segundo día de Pascua de Pentecostés, que fue cuando ocurrió este milagroso acontecimiento.´´

Después de pasar junto a la Ermita de Legarda, continuamos subiendo por un paseo peatonal a la localidad de Mendavia, hasta la plaza de los Fueros, donde hemos comenzado el recorrido, y desde donde vemos la torre de la iglesia de San Juan Bautista.