Comienza en el polideportivo de la localidad. En un principio, el camino transita entre parcelas de viña, olivo y cereal, regadas ocasionalmente con las aguas del río Queiles y con varias balsas, algunas de las cuales son visibles en el transcurso del paseo. Una vez que hayamos cruzado la carretera
Ablitas-
Ribaforada, cambia el ambiente del itinerario, y ascendemos por un pinar (pinos carrascos) hasta un cerro yesoso, denominado el Montecillo, situado sobre el casco urbano del pueblo. En el último tramo, un paseo urbano de reciente construcción, junto a los restos del castillo, nos lleva a las calles de Ablitas.
Es un recorrido que transcurre por terrenos agrícolas de Ablitas, ejemplo de cultivo mediterráneo tradicional, y que acaba en el cerro desde el que se domina buena parte.