Subiendo por la carretera que lleva a Ardanaz, nos encontramos a la izquierda un sitio ideal para dejar el vehículo.
Entraremos en el pueblo e iremos por sus calles hasta comenzar un camino que nos dirige hacia Izaga

En un cruce de caminos giraremos hacia la izquierda, donde encontraremos una fuente.

Después de pasar la fuente tomaremos el camino que se abre a nuestra derecha y que comenzará a llevarnos a las primeras laderas de Izaga entre amplios cultivos.

Llegamos a un enclave donde la pista se divide en dos y vuelve a juntarse, pero seguidamente seguiremos por la pista de la izquierda. La pendiente comienza a ser más prolongada.

Se sube la cuesta, entramos en un robledal y llegaremos a un cruce de pistas y seguiremos por la de la derecha.

La travesía va a entrar poco a poco en la fase más bonita en cuanto a vegetación y a paisaje. Si el día está despejado podremos ver con nitidez el Pirineo.
La pista va a llegar a un punto álgido donde suele estar una cahir señalando un camino a la izquierda. Este sendero nos puede ahorrar un pequeño tramo de pista, pero si está muy embarrado es aconsejable seguir la pista y encontraremos un asca a nuestra izquierda justamente al iniciar un pequeño descenso.

La pista alcanza el punto donde sale el sendero comentado anteriormente a la par de un cruce hacia la derecha.
Seguiremos por la pista que nos ha conducido hasta aquí, sin tomar este desvío.

Llegamos a una curva hacia la derecha en donde se encuentra un portillo metálico y seguimos la pista, que poco a poco se irá diluyendo, teniendo siempre la alambrada a nuestra izquierda.
Sobre los 900 m de altitud comienzan a aparecer las primeras hayas.

Saldremos a un pequeño solar y veremos de nuevo la entrada en el bosque.

Tomaremos el sendero de la izquierda e iremos por debajo de la pared de Izaga. Encontraremos marcas de color azul claro. Este tramo es precioso.

Salimos del bosque y tomaremos la dirección S - SE rodeados por bojes.

Volveremos a entrar en un pequeño hayedo. Para ir dirigiéndonos hacia la ermita de San Miguel de Izaga

Llegamos a la ermita, seguiremos en la dirección que nos marca la pendiente.

Entre bojes y pastizales alcanzamos fácilmente la primera loma que nos anticipa la cima de Izaga.

De forma suave alcanzamos la cima de Izaga, en donde podemos encontrar un buzón y el correspondiente punto geodésico. Es un precioso balcón para ver el Pirineo y la Higa de Monreal.
Desde aquí volveremos de nuevo hasta la ermita.

A pocos metros de la ermita se ve una pista que va ir descenciendo por una de las crestas de este monte.

Llegamos a un claro y tomaremos un camino-pista que va hacia la izquierda.
Este punto es muy importante, si seguimos bajando por la pista podremos seguir hacia Alzorriz, pero este es un punto d ecisivo si queremos bajar a Idocin.

Llegamos a una preciosa asca de cinco vasos. Si ha llovido, tendremos que pasar por una zona tremendamente embarrada.

Pasaremos por una alambrada en muy mal estado y se irá abriendo el bosque, iremos por un ténue sendero hacia abajo.

Seguidamente giraremos hacia la izquierda para continuar a media ladera por un sendero que desciende para luego volver a subir un poco. Este es un punto vital ya que si seguimos recto hacia abajo, tendremos que retroceder al encontrarnos con pequeños cortados rocosos.

Tomamos el sendero de la izquierda.

Entramos en un robledal, Idocin queda a nuestra derecha.

Salimos del bosque, momentáneamente, y ascendemos por una ladera por un sendero marcado en dirección S-SW. Hasta alcanzar un precioso balcón que nos ofrece relajantes vistas del entorno.

Comenzamos un descenso, en ocasiones con tramos muy empinados, hasta que lleguemos a la pista que se indicará posteriormente. Este es un tramo bastante incómodo que comenzará en una entrada del sendero entre robles.

Salimos a un camino ancho y lo seguimos hacia nuestra izquierda.

Saldremos a una pista y seguiremos unos pocos metros hacia nuestra derecha. Aquí podremos decidir entre seguir la pista o desviarnos a la izquierda y seguir hacia el pinar para atajar y salir a la pista. Si no hay mucho barro se recomienda seguir en la pista ya que es de tierra.

Llegaremos al par de la alambrada a una torre eléctrica. Seguiremos la alambrada llevándola a nuestra izquierda.

Llegamos a un cruce de pistas y siguiendo a nuestra derecha nos encontraremos con un arroyo y con un escorte, que dejaremos cerrado.

Tomaremos la pista de la izquierda

Antes de cruzar por un puente podemos tomar nuestro último desvío para llegar a Idocin por un sendero que saldrá a nuestra derecha, que si no está embarrado es suave y bonito.
Si seguimos por la pista comenzaremos a descender rápidamente hacia nuestro destino.

La pista desemboca en otra y si seguimos a nuestra izquierda llegaremos a Idocin en breves minutos.

Entramos en Idocin. Al cruzar su calle central que nos llevará a la carretera nacional, a la izquierda podemos ver la casa derruida de Ezpoz y Mina.