Estrechos pasadizos entre altas rocas cubiertas de musgo. Túneles naturales. Cuevas. Formaciones caprichosas y sugerentes en medio del bosque. Agujeros, onduladas paredes, enormes pedruscos sostenidos grácilmente sobre un inverosímil pedestal. Formas mixtas de roca y vegetal...
Ya publicamos en su día
la ruta del hayedo encantado. Pero la zona allí descrita se amplía aquí con innumerables rincones que, algo más al sur de lo antes visitado, mantienen la increíble variedad que este bosque oculta entre sus árboles. Concienzudamente explorado por los hermanos Pla, esta ruta fue presentada y sirvió como poderoso acicate para espolear la afición en jóvenes montañeros que disfrutaron el día de los clubes a finales de Octubre de 2006.
Hemos recorrido este itinerario cuidadosamente preparado. Para quien se anime a visitarlo advertiremos que resulta de todo punto imposible establecer una ruta única. Ahora, igual que en el caso del primer recorrido, narramos el itinerario de acercamiento y algunos elementos generales para poder disfrutar de la zona. Pero una vez en el lugar, los croquis que se adjuntan deben ser interpretados y valorados por cada visitante.
No hay riesgo de pérdida. En todo caso será mayor o menor el disfrute visual que cada visitante pueda lograr, tanto de los elementos que vamos a contar como de otros que quizá descubra por su cuenta.
Nota: No damos tiempos a partir de un determinado momento (el collado de entrada a la zona), porque carece de sentido. Baste decir que para recorrer la distancia total de poco más de seis kilómetros no es necesario más de dos horas, pero seguramente, para apreciar todo lo que uno puede encontrar, se invertirá mucho más. De hecho nosotros superamos las cuatro horas (y se nos pasó el tiempo sin sentir).