Carretil entre Artaza y Urra.

A 1.100 metros del arranque de este carretil (que se toma poco antes de llegar al pueblo) encontramos un raso donde podemos aparcar el vehículo, situado a la derecha del asfalto, y al que se accede por el arranque de una pista que asciende hacia los rasos de Iturza. En el arranque de esta pista hay un paso canadiense.

Volvemos a la cinta de asfalto y ascendemos hacia la derecha, hacia el cercano palacio de Urra (500 metros).

Poco antes de llegar dejamos el humilde cementerio a la izquierda, pegado a la cuneta (0:04).

Al doblar la esquina, frente a la puerta principal, tomamos camino herboso que desciende ligeramente entre matorrales en dirección a un caserío.

Lo alcanzamos en dos minutos, entre grandes setos de pacharán.

A la derecha de la casa está el portillo en la alambrada.

Lo cruzamos y, girando 180º, seguimos por camino entre hayas que sube junto a la alambrada con vistas al palacio.

Acompañan a las hayas robles , arces y otras especies. Crecen en un paisaje lleno de enormes bloques de roca desprendidos de la sierra.

A los cinco minutos encontramos un desvío. Seguimos por la derecha.

Curva cerrada en ascenso hacia la izquierda.

Más adelante encontramos una senda que sube de la izquierda, probablemente la que hemos desechado anteriormente.

Este bosque es un laberinto de sendas, por lo que el camino descrito puede no ser el único factible.

Si tenemos un mínimo sentido de orientación tengamos en cuenta, siempre, que el portillo se encuentra sobre el fondo del entrante que forma la sierra en este lugar.

Nueva bifurcación.

A la izquierda, por camino-senda de piso herboso. La opción de la derecha marcha sobre suelo pedregoso.

La imagen muestra el señorío de Urra visto desde el camino, con Lokiz al fondo.

Llegamos pronto a una zona más abierta. Vamos trazando curvas.

Nueva bifurcación. Una piedra de unos 40 cm de altura a la derecha parece invitarnos a tomar por ahí. Podemos hacerlo para atajar pero corremos riesgo de perdernos, pues el camino pasa por encima pero hace una curva y se va hacia la izquierda. Por eso es mejor no tomar el desvío y seguir de frente, por la izquierda, aunque tengamos que andar unos metros más.

Dos minutos después, tras fuerte pendiente, encontramos un camino que cruza de lado a lado. Lo tomamos hacia la derecha.

Curva muy cerrada y nos incorporamos, subiendo hacia la izquierda, a un camino más amplio que sube desde la derecha por la ladera.

En la primera desviación nos vamos a la derecha para llegar a un rellano entre árboles. Como indicación, pocos metros después del desvío hay otra senda que sale a la izquierda junto a un montón de leña.

Nuevo desvío a la derecha en una zona de aprovechamiento de la madera. Muchos troncos están pintados con pequeños círculos rojos, y algunos, troceados, yacen en el suelo. Unos metros más allá se ve otra desviación, pero no vamos a llegar, pues tomamos a la derecha en esta primera.

Bajo nosotros, a la derecha, un gran bloque de piedra cubierto por musgo y helechos nos sirve también de referencia.

En un minuto alcanzamos un rellano en forma de círculo donde parece que el camino finaliza. Sin embargo, si nos volvemos hacia el punto de donde venimos, a la izquierda (según llegábamos) de la entrada en el rellano vemos una senda que asciende en fuerte pendiente, después de superar el ribazo (1 metro de altura).

Pendiente muy fuerte durante unos 30 metros y después fuerte giro a la derecha, con un cairn.

Alcanzamos otro camino que pasa también de izquierda a derecha. Tomamos a la derecha y llegamos enseguida a otro más importante que asciende hacia la izquierda.

Ascendemos por fuerte pendiente, embarrada. Cinco minutos después seguimos recto hacia arriba desechando la bifurcación.

Tres minutos después curva muy cerrada al final de la fuerte pendiente, girando a la derecha y pasando junto a una fuente que vierte al camino y lo encharca (altitud 979 m).

Cuesta más suave a partir de este punto.

Así nos acercamos ya al portillo.

Portillo de Urra. Otro camino llega por nuestra derecha.

Puerta metálica con una escalerilla a la izquierda, en la alambrada.

Pasamos y seguimos la senda por terreno casi llano que se adentra hacia Urbasa.

Un minuto después alcanzamos un camino en una curva. Lo seguimos hacia la derecha.

En la imagen tenemos el raso por el que pasa el camino mencionado.

Nos sumergimos en el hayedo. Enseguida una puerta de hierro que cierra una tapia de piedras.

Pasamos al otro lado.

Podemos asomarnos al borde de la sierra sobre Urra, Artaza, etc. desviándonos unos trescientos metros a la derecha del camino, cruzando por el hayedo casi llano.

Al llegar al borde vemos Lokiz, las Améscoas, y los pueblos más cercanos.

Volvemos al camino y seguimos hacia el sur.

Otra puerta de hierro en la alambrada (imagen en la portada).

Después de atravesarla podemos salir de nuevo del camino hacia la derecha para llegar a una zona abierta con balconada sobre el valle, con vistas similares, pero más amplias, que la zona anterior.

Grandes losas de piedra se mantienen sobre el precipicio, bastantes metros por encima del bosque inferior.

Al sur podemos apreciar cercana la zona de Krezmendi, y más allá Larraitza y los rasos de Iturza.

Es posible seguir cerca del borde, con sugerentes sendas entre grandes bloques rocosos y hayas entre los mismos o bien volvemos al camino, que desciende y vuelve a ascender, manteniendo siempre el borde de la sierra por encima de nosotros, a la derecha. A veces también sortea laberintos de grandes rocas haciendo eses.

La senda que va cerca del borde baja a un collado en el que se une a la senda que asciende desde el camino.

(Si hemos seguido el camino en lugar de ir por el borde, damos aquí la referencia para desviarnos hacia la cima).

Poco antes de llegar a un rasante entre rocas, tomamos una desviación que hace un fuerte ángulo con el camino que traíamos. Nos adentramos así por la ladera norte de Krezmendi, que vamos a ir cruzando hasta llegar de nuevo al borde de la sierra.

Un minuto después ignoramos la desviación. A la izquierdab (de frente), en ligero ascenso (por la derecha descenderíamos).

Dos minutos después giramos por detrás de una gran roca y encontramos un cairn. Aquí nos unimos a la senda que viene junto al borde.


Por la derecha hasta salir a zona abierta, salpicada de enebros, con el borde de la sierra muy cercano.

La cima está próxima y evidente. Vamos ascendiendo entre arbolillos y matorrales, siempre cerca del borde.

Cima de Krezmendi.

Formada por un conjunto de rocas que se cortan hacia el Sur, Este y Oeste. Algunas están medio desprendidas del conjunto.

La vista hacia el Sur es espléndida, lo mismo que hacia el Oeste. Hacia el Norte y Este resulta más complicada debido al arbolado.

Hay dos buzones:

Uno de ellos formado por un cilindro con tejadillo: "Krezmendi - 1121 m. - Lizarra Mendizale Elkartea - Martxo 2000"

El otro tiene forma de copa de acero inoxidable y parece colocado como un reto, sobre una roca que hace de espolón hacia el sur, a la misma altura que el primero; sin embargo llegar a él supone pasar por una serie de piedras con pasos muy aéreos, cuya travesía no recomendamos a no ser que tengamos seguridad de lo que hacemos y pongamos mucha atención.

Junto al primero, en la hierba, tablilla del Gobierno de Navarra sobre cemento. La vista hacia el Norte queda anulada por el hayedo.

Descendemos ahora hasta el collado antes mencionado y vamos por las sendas entre las rocas bajando hacia la derecha, hasta encontrar el cruce del camino citado en el punto anterior (4,18 km).

Entre grandes rocas bajamos hacia la derecha.

Encontramos primero una senda que asciende de la derecha y finalmente, pocos metros después, el camino principal, con alambrada a su izquierda.

Al alcanzar éste seguimos de frente, ascendiendo unos metros, para tras un cambio de rasante iniciar un suave descenso.

Continuamos al Sur. Cuatro minutos después, si el hayedo no tiene hoja, vemos a la izquierda el barranco de Iranzu a nuestros pies.

En seis minutos sube por la izquierda un camino desde el barranco de Iranzu. Seguimos de frente.

Cruce (enseguida del último mencionado).

Un camino asciende ligeramente a la derecha. Otro desciende rápidamente hacia la izquierda.

Aunque podríamos seguir por la derecha, rodearíamos mucho más. Tomamos a la izquierda y descendemos rápidamente, primero bajo las hayas y después al descubierto.

Pronto vemos cómo nos acercamos a los rasos de Iturza, de los que nos separa una pinar de repoblación, que atravesamos.

Llegamos a los rasos de Iturza, en un cruce de numerosos caminos.

Dos bajan por la ladera de Larraitza. El de la izquierda nos enlaza con el monasterio de Iranzu. Otro va más a la izquierda, bordeando el barranco de Iranzu, pero adentrándose hacia Dulanz.

Véase la ruta 5006: Monasterio de Iranzu - Peñas de Etxabarri - Larraitza... Y el apéndice que describe la ascensión a Krezmendi en sentido contrario al de la ruta actual.

Podemos enlazar fácilmente ambas rutas para hacer travesías o hacer alguna cima más.

Otro camino gira a la derecha, hacia el Oeste, por la parte más baja. Lo tomaremos cuando bajemos de Larraitza, a donde vamos a ascender tomando el que asciende, en diagonal, hacia la derecha (véase la imagen).

Vamos entre enebros y bojes. El camino traza alguna curva y sube con más decisión. Cuando nos parezca (la decisión es sencilla), nos salimos por los rasos para dirigirnos directamente hacia la cima.

Cima de Larraitza.

Buzón de acero inoxidable. Colocado por el club montañero de Estella.

Lleva varios años roto por el vandalismo de algún energúmeno, pero se mantiene en pie.

Excelente vista en torno al mismo. Se pueden ver las cercanías de Estella y las rocas sobre Eraul, cosa que desde Krezmendi no era posible.

Aunque podemos intentar atajar bajando algo hacia el este, no es recomendable, pues si pillamos el barranco demasiado abajo tendremos dificultades para pasar a la otra ladera, por la que discurre la pista que hemos de tomar para volver.

Así que regresamos hasta la salida del pinar, en los rasos de Iturza y tomamos, por delante de los pinos, hacia la izquierda, por la pista (en la imagen se ve Krezmendi asomando sobre pinos y hayas cuando llegamos abajo).

Seis minutos después de iniciar el descenso empiezan a aparecer desviaciones a la derecha. Vamos caminando en los límites inferiores del hayedo y las argomas ocupan el terreno de monte bajo.

Cinco minutos más y vemos Artaza al frente. Poco después vemos ya el palacio de Urra.

Otros ocho minutos y podemos tomar algún atajo para volver a salir al mismo camino. Algunos pequeños cursos de agua atraviesan el camino.

Cien metros antes de alcanzar el raso donde hemos iniciado la ruta, una cascada formada por el arroyo Zufieta, que cruza el camino, alegra y refresca el final, creando un charco de agua limpia donde es posible remojar nuestros pies si lo necesitamos.

Cien metros después finaliza nuestra ruta.