Restos de la antigua venta de Zumbeltz. Carretera Estella - San Sebastian (km. 19,800).
Sitio suficiente para aparcar el vehículo.
Solo quedan los cimientos de los edificios como recuerdo. Una puerta cierra la alambrada, pero es fácil pasar al otro lado.
La atravesamos y por la izquierda comenzamos a seguir la traza herbosa que, señalizada con un cairn, pronto se mete entre los árboles y comienza a ascender.

Espino blanco, en gran abundancia, con sotobosque de espinos. También crecen hayas, acebos, y arces; bosque no muy cerrado, sobre un barranco que discurre a la derecha.

El bosque se abre a un claro largo y estrecho.
Al fondo vemos una loma cubierta por arbolado. Si nos volvemos veremos Beriain (la ermita de San Donato) y Andía.
Enseguida volvemos al bosque.
Se pueden ver fresnos, espinos, mostajos, hayas.
El barranco reduce su anchura y el hayedo se vuelve más cerrado.

Murete separador.
Una puerta de hierro nos deja pasar para alcanzar la zona de Portandia.
Estamos en la Facería 22 (territorio administrado por Abárzuza e Ibiricu).
En pocos metros llegamos al camino pista que sube de Ibiricu e Irantzu. Unos metros más abajo, a la izquierda, vemos cómo ha trazado una fuerte curva.
Girando a la derecha comenzamos a ascender por suelo duro, pedregoso.
A la izquierda queda la ladera de «La Nevera», cota que vamos bordeando.
Pronto la pendiente va a menos hasta que casi se vuelve llana. Junto a nosotros, por la derecha, circula la tapia que hemos atravesado más abajo.
Cuando el camino se vuelve llano, gira a la izquierda.

Portillo de Uritzaga.
La tapia atravesada más abajo es más alta. Hay otra puerta de hierro, pero ni siquiera nos acercamos. Junto a ella se ha construido últimamente un entramado de vallas para el ganado.
Paralelos a la tapia, y después siguiendo el camino herboso, nos alejamos en diagonal hacia la izquierda, entre las dos elevaciones (La Nevera y Dulanz).
Al otro lado, bajo la sombra de algunas hayas, vemos varias bordas de pastores.
Pronto vamos, entre matas de enebro, hacia la cima de Dulanz, ya frente a nosotros. El itinerario baja un poco y vuelve a ascender con suavidad. Cuando nos acercamos a la ladera tomamos por la derecha, entre hayas y enebros, para ganar altura.

Conforme nos acercamos hacia la loma de Dulanz vemos que el camino nos dirige hacia un pasillo entre dos pequeñas manchas de hayedo, ligeramente a la izquierda de nuestro objetivo. Aunque podamos atacarla por cualquier sitio, esta es la mejor y más cómoda alternativa.
Superado este pasillo entre hayas nos decantamos ya hacia la derecha y remontamos entre los enebros el último repecho para llegar a la cima.

Cima de Dulanz.
Vértice geodésico. Unos metros más al Nordeste, y algo más bajos, hay dos buzones (se ven a la izquierda).
El más antiguo está constituído por una columna de hierro con una estructura triangular sobre ella y un cilindro con corredera.
El otro es una mesa de acero inoxidable con un lauburu inscrito en un círculo que hace de tapadera del recipiente de tarjetas. A su izquierda la siguiente inscripción: «Laskurain Toki Eder Paz de Ziganda Lizarrako Ikastola - Año 1992 Urtea». A la derecha: «Euskaraz bizi - Dulanz 1239 m» Y en pequeño: «Hecho por Osinaga»
Paisaje muy abierto. Al Norte y al Oeste tenemos Urbasa, principalmente cubierto de hayas, pero con numerosos rasos. Más allá la sierra de Aralar, y a la derecha Beriain y Andía.
En cualquier otra dirección el paisaje es abierto: Pirineos, Trinidad de Iturgoien, Izaga, Elomendi, Alaitz, Moncayo, Sistema Ibérico, embalse de Alloz, Montejurra, Monjardín, Peñas de Etxabarri, Lókiz…

Descendemos ahora en dirección noroeste, para buscar la tapia antes citada, que pasa cerca de la cima. Una vez encontrada seguimos en dirección oeste hasta…

Otra puerta metálica en la tapia.
Ahora sí que cruzamos al otro lado. El hayedo se extiende hacia el interior de la sierra.
En perpendicular, ligeramente escorados a la derecha, bajamos sin camino definido por la parte más deprimida.
Una suave depresión que va escorándose hacia la izquierda a medida que avanzamos, nos permite caminar sin obstáculos, dado lo limpio del terreno bajo el arbolado.
Durante un rato caminaremos por el hayedo sin un sendero claro; la única referencia será la de seguir el terreno más bajo y orientarnos en dirección oeste.

Encontramos un camino.
Giro a la izquierda.
A lo largo de unos 350 metros seguiremos este camino en dirección sur. Tras una recta empieza a trazar algunas curvas y…

Lo abandonamos saliendo en diagonal por la derecha. Una abertura o esbozo de camino marcado por la disposición de los enebros entre las hayas nos permite seguir una línea recta por una zona ligeramente elevada.
Enseguida se definen trazas de camino. Marcha recto entre los enebros. Las rocas sueltas asoman por ambos lados.

Puerta de hierro. Hay dos, en realidad. Dejan atravesar una alambrada.
Salimos de nuevo del territorio de Urbasa al de una facería, la 104, administrada por el ayuntamiento de Yerri.
Mantenemos la dirección. Ahora encontramos un mosaico de rasos y bosque, con terreno ondulado.
A la izquierda dejamos lo que algún autor considera como una cima (Ekaiza - 1162 m), que no es sino una ligera elevación sobre el terreno circundante.
Si seguimos hacia el oeste y nos vamos escorando a la derecha, acabaremos por encontrar la tapia que separa esta zona del monte común de las Amescoas…

Tapia de separación.
Puede trazar algún ángulo, pero nos servirá de guía. Iremos cerca de la misma, sin atravesarla.
La tendremos más o menos lejos, pero siempre a nuestra derecha.
2:00 - De hecho, cuando llevamos unos 600 metros desde que la encontramos, nos vemos obligados a apartarnos un poco para no perder altura.

Salimos a una pista.
A la derecha, a pocos metros, atraviesa la tapia por una puerta de hierro en dirección al cercano puerto de Urra y al Balcón de Pilatos.
En lugar de ir hacia allí torcemos a la izquierda y seguimos hacia el sur.

Bifurcación.
A la derecha, a escasos metros, tenemos el corte de la sierra sobre el valle de las Amescoas. Hermosas vistas sobre Zudaire, Larregoiko, Urra, Baríndano, Lokiz…

Un saliente en el roquedo ofrece un balcón privilegiado desde el que podemos disfrutar de estas vistas.

Junto a este mirador tenemos otra puerta de hierro que marca el límite con Amescoa.
Pasamos al otro lado y seguimos el camino descendente de la izquierda.
Si deseamos visitar la cima de Krezmendi podríamos también seguir junto al cortado por la zona de la derecha.
Bajamos y trazamos curvas entre grandes bloques pétreos.

Por la derecha llega un camino que desciende de las inmediaciones de Krezmendi.
Seguimos recto y comenzamos a descender con claridad.
Cinco minutos después (cuatrocientos metros más adelante) hay una bifurcación. Por la izquierda, en descenso.
Bruscamente salimos a terreno despejado, en plena cuesta abajo. Nos acercamos a una mancha de pinos.
Al salir de este bosquete…

Paraje de Mandabide.
Al salir del pinar encontramos múltiples caminos confluyentes. Tomaremos el que sigue suavemente ascendente, al frente, trazando alguna curva sobre el raso.
Cinco minutos después se incorpora otro camino de la derecha.

Después de dejar atrás un aska con fuente en la que podemos llenar la cantimplora encontramos el cruce del camino que va a la derecha, por otro pinar, hacia el cercano refugio de Larraitza, (propiedad del Club Montañero Estella - Lizarrako Mendizale Elkartea).
Pocos metros más adelante, por la izquierda, atravesamos una puerta de hierro en la alambrada que cierra el bosque.
El camino baja con rapidez, perpendicular a nuestra dirección anterior, hacia el fondo del barranco de Irantzu.
Tras numerosas curvas, a media altura, encontramos un sendero herboso señalizado con un cairn.
La senda nos permite bajar entre espectaculares ejemplares de roble. Finalmente…

Encontramos, en el fondo del barranco, el río Irantzu y la pista que baja junto al mismo.
El paisaje es hermoso y acogedor. Las paredes de las laderas rocosas se elevan ahora sobre nosotros.
Descendemos hacia la derecha para salir del desfiladero.
Tras una serie de escalones del cauce, que forma pequeñas cubetas, salimos a terreno llano a través de una puerta de hierro en la zona más estrecha…
La pista marcha ahora hacia una fuente, desde la cual divisamos ya el final de nuestro recorrido. Al fondo se levantan los edificios hacia los que nos acercamos…

La pista finaliza en el crucero de piedra que hay junto al Monasterio de Irantzu.
Junto al crucero tenemos el aparcamiento de vehículos.
Final del recorrido.