Accediendo al patio de la Colegiata, saldremos por la puerta opuesta, cogiendo un camino que nos subirá al alto de Ibañeta.

COLEGIATA DE RONCESVALLES.
Heredera del antiguo Hospital de Peregrinos fundado en el siglo X, sigue regida por una comunidad de canónigos que atienden a los actuales peregrinos y visitantes. Destaca su iglesia colegial gótica de influencia francesa, presidida por la sonriente imagen plateada, también gótica, de Nuestra Señora de Roncesvalles.

Un camino estrecho y malo nos ha subido hasta el alto de Ibañeta.

ALTO DE IBAÑETA
Puerta de entrada del Camino de Santiago en Navarra, donde se entrecruzan las leyendas que dicen que aquí cayó abatido el caballero Roldán.
Las crónicas de la época cuentan que un grupo de vascones, vestidos con pieles y casi sin más armas que unos palos y piedras, se abalanzaron dando alaridos sobre la retaguardia del ejército del emperador franco. Y lo derrotaron por primera vez. Sus tropas no esperaban tal ataque en tierras fragosas y desconocidas. Como el propio Carlomagno reconoció en la corte, le dolió más no saber de dónde habían salido los atacantes que perder a sus mejores guerreros.
En Roncesvalles merece la pena visitar el conjunto monumental que descansa junto al verdor suave de los montes navarros, con edificaciones como el Silo de Carlomagno, el más antiguo. Ahí enterraron a los soldados que fallecieron en la Batalla de Roncesvalles. Durante la Edad Media sirvió también de sepultura para los peregrinos que morían en el hospital. Pegado al Silo nos encontramos la Iglesia de Santiago, de muros románicos y bóveda gótica. A sus espaldas hay una ladera que, en invierno, si la cubre la nieve y la luna es llena, dicen que se refleja en ella.

El asfalto se hizo tierra y el llano se convirtió en fuertes pendientes. Así es el tramo del alto de Ibañeta hasta alcanzar el pueblo francés de Urepel.
Pisamos tierras francesas, para atravesar el golfo que hace Navarra con Francia en esto parajes. El primer pueblo que nos encontramos es UREPEL. Urepel en francés y oficialmente, Urepele en euskera, es una pequeña localidad y comuna francesa, situada en el departamento de Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania. Pertenece al territorio histórico vascofrancés de Baja Navarra y al Pays de Mixe. Se encuentra atravesada por el río Joyeuse, afluente del Bidouze. Administrativamente también depende del Distrito de Bayona y del Cantón de Saint-Étienne-de-Baïgorry.

Camino asfaltado nos lleva de Urepel hasta Aldudes, buscaremos la Iglesia y al paso de un puente iniciaremos una subida con porcentaje muy elevado durante 1 Km.
ALDUDES.
Aldudes en francés y oficialmente, Aldude en euskera, es una localidad y comuna francesa, situada en el departamento de Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania. Pertenece al territorio histórico vascofrancés de Baja Navarra.

Subidas y bajadas, hasta entrar en Elizondo.
ELIZONDO. Los primeros pobladores en el entorno de Elizondo datan del periodo Eneolítico. Estos dejaron su huella con la construcción de dólmenes en las alturas de los que se conserva buen número. Hacia 1025 fue instituido el señorío de Baztán en la persona de Semen i Ochoaniz, señor de los palacios de Jauregizar, Amaiur e Irurita, próximos a Elizondo.
Por el nombre que recibe la localidad de Elizondo ("junto a la iglesia") puede pensarse que su origen está en el núcleo de casas que surgieron en torno a la primera iglesia del valle.

El pueblo de Elbetea esta a escasos 500m de Elizondo. En el se busca la iglesia de Santa Cruz donde da comienzo la subida al puerto de Bagordi.
ELBETEA. Muy próximo a Elizondo, cuenta con el río Baztán como eje divisorio del pueblo y una población de cerca de 250 habitantes. La Iglesia de Santa Cruz está construida con piedra del país. Fuera del casco urbano se encuentran los Palacios Barrocos de Jarola (s. XVII) y Ascoa (s. XVIII). En el término de Elbete también se puede visitar la Ermita de Santa Barbara.

Fuertes rampas hemos traído en los 6 Km. sin descanso que tiene la subida del puerto de Bagordi.
El alto de Bagordi o más correcto decir, puerto de Beltzuriko Lepoa, ya que es aquí donde se encuentra el punto más alto de la subida y además conecta con la zona norte del Baztán. Bagordi se ha dado a conocer en el mundo del pedal a raíz de estos últimos 6-7 años en la Vuelta a Navarra, donde ha sido incluido como final de etapa, pero la meta suele instalarse en el área recreativa que se encuentra en el Km. 4,5 de la subida a 585 m, pero el puerto tiene 6 Km. y una altitud de 670 m.

No terminamos de subir y bajar hasta salir a la carretera que nos bajara hasta Etxalar.
ETXALAR. Villa enmarcada entre montañas y verdes prados, cuenta con una interesante y cuidada arquitectura popular, que le ha valido el Premio Nacional de Turismo para embellecimiento y mejora de los pueblos. En otoño sus alrededores se transforman. Las inertes y zancudas torres, estratégicamente distribuidas en los montes colindantes, toman vida. Son las palomeras que desafían en altura a robles y hayas. Ávidos cazadores se atrincheran en ellas esperando el paso de la paloma para desplegar una de las técnicas más antiguas de captura de aves. Es todo un espectáculo. Comienza la caza: el bosque se llena de frenética actividad, de algarabía, vuelan las paletas, las palomas se desconciertan, descienden y las redes las atrapan. Finaliza la jornada y el pueblo se convierte en una fiesta.

Los ocho últimos kilómetros los realizamos por carretera, hasta entrar en Lesaka final de la ruta.
LESAKA. Con una población de 2.759 habitantes, el municipio está formado por el núcleo de la villa y los barrios de caseríos de Alkaiaga, Zalain Zoko, Biurrana, Katezpegi, Endara, Frain, Izotzaldea, Nabaz, Zala, Auzoberri y Otsango. Lesaka hay que visitarla “callejeando” para ir descubriendo los contrastes y encantos de este pueblo. Esta villa, antes pueblo rural y ganadero, ha ido teniendo grandes transformaciones para convertirse hoy en el núcleo industrial más importante de la zona. Lesaka ya contaba en el siglo XVIII con numerosas ferrerías en su término, así como molinos harineros, talleres de fabricación de sidra y carpinterías. La empresa siderúrgica “Laminaciones de Lesaka”, que da trabajo a más l .400 personas, ha sido decisiva en su evolución. En la villa también hay dos cruceros de piedra. Uno de ellos sostiene una cruz sobre un fuste cilíndrico y el otro, sobre fuste cuadrangular. Saliendo del pueblo se pueden ver las Ermitas de San Antón y Salbatore. La arqueología está representada en Lesaka en el sector dolménico de Agiña y Armazungo Zearra, dos túmulos prehistóricos y los cromlechs de Aguiña Norte y Meridional. Lesaka mantiene entre sus vecinos importantes tradiciones como los bailes sobre los laterales del río Onin, Zubi-gainekoa y el baile de la bandera durante las fiestas patronales de San Fermin, ‘Tantirumairu’.