Pista de Mendibarren (que como comentamos en la introducción arranca del puente de las Brujas, entre Abaurrea Alta y Jaurrieta). Km. 0,450.
Cruce. Hacia la izquierda desciende un ramal para dar acceso a la piscina fluvial (imagen anterior).
Justo enfrente sube un camino herboso, semiabandonado, que se dirige a la borda de Lorenzena. Caminamos sin ninguna dificultad.
En tres minutos cruzamos alambrada. Llevamos a la derecha una pequeña regata y bosque alrededor.

Girando a la izquierda salimos a un claro y abandonamos el camino, que todavía continuará unos metros hacia otro prado que se orienta al norte. Lo olvidamos.
Cruzaremos por la hierba en suave pendiente ascendente en sentido Este. Parece estrecharse, pero después veremos que continúa y tiene una forma muy alargada.
0:12 h - 0,730 km - A la izquierda, en el borde, dejamos la borda de Lorenzena.

Siguiendo por el prado encontramos una alambrada que está abierta por la derecha. La atravesamos y ascendemos hasta el límite, marcado por una línea de pinos y con otra alambrada con portillo, que podemos superar con facilidad.
Al otro lado unos metros de senda nos permiten bajar a la pista de la Cañada Real de Murillo el Fruto a Salazar que llega por la derecha desde el alto de Remendia (imagen siguiente). A la izquierda.

Cruce. De frente.
El día en que hemos pasado había señales que indicaban «Desvío Ezcaroz» y «Desvío Abaurrea». Al parecer se utiliza esta pista como alternativa porque la travesía por el casco urbano de Jaurrieta está cortada por obras.
A la izquierda, en terreno más bajo, vemos las bordas de Antón y de Beltza.

Después de subir un trecho entramos en un bosquete mezcla de pinos y hayas. La pista traza una curva cerrada a la izquierda y empezamos a descender.
Tres minutos después encontramos otra bifurcación con baliza de señalización de un PR.
Seguimos por la pista principal, de frente.

Tras fuerte descenso de unos metros por piso cementado encontramos otro cruce.
Aquí giramos a la izquierda y seguimos descendiendo.

Un camino se va a la izquierda hacia la borda de Aiarra. El nuestro sigue y también gira a la izquierda algunos metros más adelante. Después sale del bosque para encontrarse, en giro a la derecha, con la borda de Etxau.
1:02 - En alto queda a la izquierda otra borda que lleva el mismo nombre que la primera del recorrido («de Lorenzena»). La pista va trazando curvas para rodear el término de Maule (y la regata del mismo nombre).

Paso de alambrada. Tiene langa que hemos encontrado abierta.
El piso de la pista se vuelve más rústico y comienza a descender.
En cinco minutos dejamos a la izquierda la borda de Agerre, algo separada del camino.

Doble paso canadiense en un punto alto. Volvemos a bajar.

Borda de Arano. Una alambrada separa el camino del prado que hay delante de la misma.
Una puerta metálica permite acercarse a la edificación mientras el camino sigue recto en descenso, pero con mucha hierba en el suelo.
Cruzamos la puerta y pasamos por la izquierda de la borda para ver cómo se define una senda ancha, de piso irregular, que se interna en el bosque y comienza a descender sensiblemente.
El arbolado es una mezcla de hayas y pinos. La senda baja trazando curvas a buscar el cauce del río.

Después de llegar a un claro donde hay unas puertas metálicas en alambrada, llegamos a la orilla del río Zatoia.
El camino cruza el modesto cauce. Prácticamente no cubre. Según el caudal es posible cruzarlo sin problemas sobre las piedras, algo a la derecha. De lo contrario quizás haya que descalzarse.
Al otro lado y tras subir unos pocos metros, encontramos otra pista. Giramos a la izquierda. El sentido de nuestro itinerario cambiará enseguida radicalmente, pues pronto nos orientamos hacia el oeste y más adelante hacia el sur.
Estamos caminando ahora en término de Ochagavía.

El paisaje ha cambiado.
A la izquierda tenemos la vegetación de ribera que acompaña al cauce del Zatoia. Pero a la derecha se elevan ya las laderas de la sierra de Abodi, en contraste con las suaves ondulaciones de los paisajes anteriores.
Un camino rústico sube a este lado, pero lo ignoramos.
Después pasamos junto a una nave ganadera moderna, con silos incluidos, que parece sustituir las funciones de la vieja borda de Maestroviejo. Junto a ellas sale una desviación hacia la de Martinbelz que no consideramos.
Desgraciadamente el color del agua del río antes y después de esta nave denuncia probables vertidos orgánicos en cantidades importantes.

Puertas metálicas en alambrada.
A la derecha nuevas instalaciones modernas junto a la borda de Arbe.
Más allá el camino se empieza a elevar, con piso irregular. Enseguida pasamos otro portillo en alambrada.

El camino gira a la derecha conforme subimos, pues nos vamos encarando con la boca del barranco de Artaxo, que desciende de las inmediaciones del puerto de Tapla (paso natural de la sierra de Abodi hacia Irati).
Al frente tenemos el barranco por el que desciende el río Zatoia.

Frente al barranco del Zatoia tenemos el arranque de una senda que desciende al cruce con la regata Artaxo.
Vemos la borda de Juanto algo elevada a la derecha del río (es nuestro próximo objetivo).
Bajamos hasta el cauce.

Al cruzarlo volvemos de nuevo a término de Jaurrieta. El paso de la alambrada por la langa lo atestigua.
Remontamos por senda entre los helechos y pronto salimos a prado alargado que tiene al fondo una borda, algo elevada a la derecha del cauce.
Cruzamos el portillo en la alambrada que lo rodea y subimos hacia la borda.

Borda de Juanto.
Por su parte inferior salimos a la pista que llega hasta aquí. Es la pista de Mendibarren, que nos va a conducir, ya sin ningún problema, hasta el punto final de nuestra excursión.
Descendemos ante una cadena que impide la circulación. De la derecha llega (descendente), otra pista que se une a la nuestra.
Cruzamos el río por puente con barandilla formada por travesaños de madera.
Empezamos a subir con el río a la derecha.

Durante largo rato el camino es tendido, llano, agradable, por bosque poblado de avellanos, arces, pinos, hayas, abeto rojo. En el sotobosque abundancia de helechos, espinos, etc.
El río baja por zona umbría, entre pequeños saltos y remansos.
Tras largo rato comenzamos a ascender de forma más sensible y trazamos alguna curva. El cauce queda más abajo.

Se va a la izquierda el camino de la borda de Torrea.
Mantenemos nuestra pista que asciende con suavidad.

A la derecha está la piscina fluvial.
Fin del recorrido.