Carretera de Leitza a Doneztebe/Santesteban (NA-170).
Bajando desde el alto de Usategieta (también llamado de Ezkurra) en dirección a Doneztebe, al llegar al km 10,300, en el paraje de Perraleku, tenemos una serie de pistas que salen a ambos lados del asfalto.
Varias bordas y naves quedan semiocultas entre el arbolado. Hay espacio para aparcar vehículos a ambos lados.
A la izquierda, según bajamos desde el puerto, arranca una pista ancha (Perralekuko bidea). Subimos por ella. Algo más arriba hay un paso canadiense y una barrera basculante pintada de blanco y rojo.
Pasamos esta barrera olvidando el desvío que se va a la derecha.
La pista traza una curva amplia a la derecha, rodeando la cota de Perraleku, y se interna entre arbolado, mezcla de hayas y de robles melojos (Quercus pyrenaica).

Por un momento salimos a zona despejada.
Por la derecha desciende una senda herbosa que baja de una fila de palomeras.
A la izquierda crece una plantación de cipreses de Lawson. A la derecha, cerrada por una alambrada, otra de alerces.
La pista pasa entre ambas y cien metros más adelante vuelve a salir a terreno despejado mientras un camino se va a la derecha en suave descenso.

La pista, ahora entre helechales y argomas, asciende trazando curvas.
En la primera curva a la derecha (80 m desde que salimos del bosque) la abandonamos por la izquierda y tomamos pasillo-senda herbosa que ataja, recta, ganando altura. Hay un cairn, pintado en rojo, que señala el desvío.
Tres minutos después encontramos la pista, que ahora sube de la derecha. La seguimos hacia la izquierda.
Enseguida, en una curva cerrada a la derecha, volvemos a dejar la pista siguiendo rectos por una senda. Ésta se une pronto a una alambrada que mantiene a la izquierda.

Otra vez en la pista.
La cruzamos y seguimos en ascenso, con un cairn, que mantiene la dirección, por encima del vial.

Aska bajo el arbolado.
Seguimos las sendas que remontan el lugar por encima.
Enseguida la senda sale a la pista en otra curva. En lugar de seguirla continuamos las sendas entre el helechal. Así, por lo más alto, vamos remontando en dirección este-nordeste, atajando las curvas.
0:27 - Encontramos la pista y volvemos a seguir unos metros hasta…

Encontramos otra curva pronunciada a la izquierda. Nada más pasar la misma la abandonamos otra vez entre brezos y helechos por otra senda que remonta la pendiente, con una alambrada a la izquierda.

Nos acercamos a la alambrada y la cruzamos por langa un tanto rústica.
Abandonamos la traza pocos metros después de cruzar la puerta; nos dirigimos, entre los brezos, en dirección a una pequeña mancha de pinar que tenemos encima.
Tres minutos después atravesamos la pista y subimos, junto a la alambrada del pinar que nos servía de referencia. Vamos, por lo más fácil, hacia la cresta.
La alcanzamos y, en breve, llegamos a lo más alto de esta zona.

Cima de Idoia.
Algo parecido a una trinchera ocupa el punto más elevado.
La zona herbosa, con muchos brezos, desciende con suavidad hacia el cercano lomo de Erakurri (al nordeste).
Bajamos en esa dirección.

El suave descenso termina junto a una balsa.
A partir de aquí iniciamos la ascensión, algo más prolongada, por terreno suave.

Cima de Erakurri.
Vértice geodésico de tercer orden.
Buzón clásico, en forma de tronco con hacha clavada.
Al otro lado la figura de un pelotari, en acero inoxidable, que ha sido colocada en los últimos años.
La cima es herbosa y despejada.

Cercanas quedan las cimas de Ekaitza y Mendaur. Y hacia el sur las de Kornieta, Ireber…
Vemos relativamente cercano, hacia el este, el repetidor de Iruñarri, nuestro destino más alejado.
Descendemos en esa dirección, hacia la pista que vemos abajo.

Puerta en alambrada, junto al collado entre Ekain y Erakurri.
Pasamos al otro lado y cruzamos la pista que baja hacia Perraleku, y que pasa por delante.
A este punto volveremos al regresar de Iruñarri.
Ekain no deja de ser una pequeña elevación rocosa sobre el terreno, que evitamos pasando a su derecha por un camino ancho y herboso. Al otro lado descendemos hacia una extensión de prados.

Olegi Lepoa.
Menhir de Ezkain. Señalizado junto al camino.
A pocos metros tenemos también los cromlechs de Mairubaratzak.
El terreno se extiende hacia la elevación de Arriurdiñeta.
La traza herbosa nos conduce en llano hasta…

Alambrada. La pasamos por escalerilla.
A pocos metros tenemos otro monumento megalítico, el túmulo de Iruñarri.
No se aprecia gran cosa, salvo una elevación sobre la hierba.
Ascendemos, por el pasillo herboso, hacia lo más alto.

Cima de Arriurdiñeta. También conocida por algunos montañeros como Iruñarri, por la cercanía del paraje donde se encuentra el menhir (que vamos ahora a visitar).

El buzón, en acero inoxidable, ha sido colocado recientemente. Muestra el nombre de Iruñari y las coordenadas UTM del lugar.
Descendemos ahora hacia el carretil que vemos llegar a la instalación de antenas que hay debajo.

Llegamos al carretil en plena curva.
El menhir que vamos a visitar está algo más abajo, a la derecha (véase la flecha de la imagen). Seguimos unos metros por el carretil en descenso.
Enseguida, dadas las dimensiones del megalito, lo vemos debajo, y descendemos por la hierba.

Menhir de Iruñarri.
De tamaño considerable, es uno de los megalitos más significativos de los catalogados en nuestra Comunidad.
Ligeramente inclinado sobre el terreno, es una piedra que, como siempre, lleva asociadas sus leyendas.
El paraje es muy hermoso, especialmente el paisaje que se extiende a sus pies, dominando la regata del Ezkurra.

Desde aquí volveremos, por el camino de ida, hasta el collado entre Erakurri y Ezkain. Hemos hecho la prueba de regresar contorneando la cima de Arriurdiñeta, pero dada la inclinación de la pendiente, resulta más sencillo subir de nuevo a la cima y bajar por donde vinimos.

Cruzamos otra vez la alambrada, después de descender Arriurdiñeta.
Seguimos el pasillo de hierba y ascendemos por las cercanías de Ezkain.

Otra vez en la pista, en el collado entre Erakurri y Ezkain.
Por la izquierda empezamos a descender.
Pocos metros más adelante cruzamos un paso canadiense, y nada más hacerlo nos vamos pendiente abajo, para atajar, entre un grupo de hayas, hacia un lazo de esta misma pista que divisamos más abajo (véase la imagen).

Pista. Descendemos por la misma durante un rato (recorreremos exactamente un kilómetro).

Después de atravesar un bosquecillo de alerces encontramos unas señales rojas que nos indican el nacimiento de un sendero que permite abandonar la pista por la izquierda. Iremos algo más bajos, pero paralelos, hasta…

Otra vez la puerta en alambrada que hemos cruzado en el ascenso (0:36 - 2,17 km).
Cruzamos y desandamos desde aquí por el mismo itinerario.
Así utilizamos los numerosos atajos que cruzan la pista, y terminamos por desembocar en ella…

Poco antes de atravesar el bosque de cipreses.
Ahora mantenemos la pista, rodeando la pequeña cota de Perraleku…

Para desembocar en la carretera.
Bordas de Perraleku. Final del itinerario.