Viloria en el valle de Lana, es la patria de Tasio, el carbonero que inspiró la
película homónima. Situado en este encantador vallecito cerrado, cercano a
Galbarra, el pueblo queda justo bajo las estribaciones de la sierra de Lokiz.
Varios caminos suben a la sierra en sentido este. Pero la mayor parte están ya en desuso. Una pista, amplia, preparada para acercarse con vehículo, mantiene la comunicación con la sierra, en una zona más o menos compartida con
Ollogoien, situado al otro lado.
En lugar de subir por ella, este recorrido enlaza sendas que ganan la altura por barrancos erosionados para asomarse a la altura y encontrar la pista cuando ésta se acerca a los rasos.
Al llegar a la parte superior encontramos una cima, la de Rasos de Viloria, que no suele citarse en publicaciones montañeras, pero que domina el entorno con un hermoso paisaje. Desde la misma podemos divisar hacia el norte el otro lado de Lokiz y la zona de Amescoas, y hacia el sur oteamos los límites de Navarra con Alava.
A lo largo de la excursión vamos cambiando de entorno, primero por campos cultivados, después por
carrascales en terrenos erosionados, y más adelante por hayedos, rasos, algún que otro rodal de pinos de repoblación. Finalmente, cuando retomamos la pista para regresar por las laderas del sur, encontramos un encinar maduro y desarrollado que hace las delicias de nuestro regreso.
Una excursión interesante y poco habitual.