A casi toda la gente de nuestro tiempo le gusta viajar. Y en el viaje incluimos lo esencial y lo accesorio: la primera idea, la búsqueda del destino, los inconvenientes de la travesía, los hallazgos, los borrosos recuerdos que perduran... Pero como la vida continuamente va frustrando nuestros sueños muchos de los viajes deseados y hasta previstos no pueden realizarse. Es entonces cuando recurrimos a otra forma de viaje no menos emocionante, no menos gratificante, que nos transporta casi mágicamente a un destino: la literatura, la narración del viaje de otro.

Su autor, Saturnino Napal, ha viajado. Ha recorrido aldeas, cementerios, villas, valles de Navarra en el que ha sido su gran viaje soñado, su sueño. Y como un buhonero errante al que le ofrecemos posada una noche de invierno, nos cuenta lo acaecido en el camino y viajamos con él admirando paisajes, reviviendo experiencias insólitas, reflexionando sobre un mundo en evolución y en revolución que sólo un gran viajero, un gran espectador de la vida puede ver. Por eso, y por su genuina alma de poeta, los vericuetos se han ensanchado ante sus ojos y ha construido esta magnífica obra en la que descubrimos –como en una muñeca rusa- no sólo uno, sino múltiples viajes.

El primero nos muestra los distintos escenarios que componen Navarra, desde las poderosas e históricas ciudades a los recónditos pueblos abandonados, con delicado fervor hacia lo que ve, en un espléndido testimonio de amor a su tierra.

Pero a la vez que se adentra en calles y cañadas va descubriendo otro viaje más profundo, el que ha experimentado la sociedad rural en los últimos cinco o seis decenios en que, con paso de gigante, ha salvado la distancia entre la Edad Media y el siglo XXI.

En este índice se encuentran relacionados los 31 relatos que componen el libro. Si te gusta seguro que te sale más barato comprarlo que imprimirlo.

Relato

Preludio.
Arce y Lacabe. Estampas “roussonianas”.
Arguiñáriz. La lápida del “requeté”. Otros recuerdos mortuorios.
En una Tudela soñada. Moros y judíos. La Cábala y el Talmud. Borges y los diferentes nombres de Dios.
Día de Navidad en la Catedral. Cuánta belleza.
Cementerios en el campo. Los muertos y Juan Rulfo que tanto los conocía y amaba.
Ni vascos ni navarros, todos ecuatorianos.
Reflexiones desde el Alto del Perdón. Aquella Navarra de Don José María Iribarren. Cuánto hemos cambiado.
Pamplona. La Capital. Don Víctor Hugo. Recordando.
Las Mutilvas y Mendillorri. Don José María Iribarren otra vez. Muchos años después.
La Ulzama. El parque inglés.
Las Basaburúas. Las palomas, el aire sur y los Barojas.
Arguiri, el pueblo fantasma. Madoz y el cazador de topos.
Fiesta de todos los Santos. Mi amigo el filósofo. El negro agujero de la muerte. Plinio, Michel de Montaigne y Ciorán. Martini con aceitunas y anchoas.
Los Urraules. Don Antonio Machado. El barranco de Sastoya. Las “betichus”.
Sierra de Zariquieta. Un puente colgante, pero no el de Bilbao. Los “okupas” asilvestrados y los “okupas” ordenancistas. Nos perdemos.
La Vizcaya, Ezprogui y Julio. El cuco y Hermann Hesse. Nos acordamos de Cesar y de los clásicos.
De Pamplona a Tudela. La Ribera de Navarra. Don Pío Baroja otra vez.
Las Valdorbas. Don Jorge Manrique y las coplas a la muerte de su padre.
La Peña de Unzué. Elida, su marido y la niña.
A las Bardenas del Rey.
Entierro en el Baztán. La Iliada. Merienda en Belate. ¡Que Dios nos de muchos años de vida!
Olite, la ciudad de los Reyes. Mi amigo el librero. Las rubias cuarentonas.
Iracheta y su horreo. Las mujeres de antaño.
Santa María de Ujue. Por el monte. Carlos II el Malo y su corazón reseco.
El Señorío de Baigorri. El Conde de Lerín y los cogedores de espárragos. Estella. Historias de judíos
Mañana Pamplonesa.
Otra mañana pamplonesa. No es mi día.
Santa María de la Oliveta. Paseo de primavera. Anhelos juveniles. Los escritores. Antonio Lobo Altunes.
Los Alduides. Esnazu, Urepel y Banca. El gendarme. Otra vez visitamos los cementerios.
De Roncesvalles a San Juan de Pie de Puerto. Los Peregrinos.
Feria de ganados de San Miguel. El “garitón” del Sadar. Olores de los de antes. Ingre Morán. Recuerdo a Manolo.
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